miércoles, 30 de enero de 2019

Lección 41. Dios va conmigo dondequiera que yo voy


*Lección 41. Dios va conmigo dondequiera  que yo voy*

1. Con el  tiempo, la  idea  de  hoy desvanecerá  por completo la  sensación de  soledad y abandono  que experimentan todos  los  que  se  consideran separados. La  depresión es  una  consecuencia  inevitable de  la  separación, como  también lo  son la  ansiedad,  las  preocupaciones, una  profunda  sensación  de desamparo, la  infelicidad,  el  sufrimiento  y el  intenso miedo  a  perder.

2. Los  que  se  consideran separados  han  inventado  muchos  "remedios" para  lo  que, según ellos, son "los  males  del  mundo". Pero la  única  cosa  que  no han hecho  es  cuestionar  la  realidad  del  problema. Los  efectos  de  éste,  no obstante,  no se  pueden sanar porque  el  problema  no es  real.  La  idea  de  hoy tiene  el  poder de  acabar  con todo este  desatino para  siempre.  Pues  eso es  lo  que  es, un desatino,  por muy  serias  y trágicas  que  parezcan ser sus  manifestaciones.

3. En  lo profundo de  tu  interior  yace  todo lo que  es  perfecto, presto  a  irradiar a  través  de  ti  sobre  el mundo.  Ello  sanará  todo pesar  y dolor, todo temor y toda  sensación de  pérdida  porque  curará  a  la mente  que  pensaba  que  todas  esas  cosas  eran  reales  y que  sufría  debido  a  la  lealtad que  les  tenía.

4. Jamás  se  te  puede  privar de  tu  perfecta  santidad  porque  su Fuente  va  contigo dondequiera  que  tú vas. Jamás  puedes  sufrir  porque  la  Fuente  de  toda  dicha  va  contigo  dondequiera  que  tú vas. Jamás puedes  estar  solo porque  la  Fuente  de  toda  vida  va  contigo  dondequiera  que  tú  vas. Nada  puede destruir  tu paz  mental  porque  Dios  va  contigo dondequiera  que  tú vas.

5. Comprendemos  que  no creas  nada  de  esto.  ¿Cómo ibas  a  creerlo  cuando la  verdad  se  halla  oculta en  lo profundo de  tu interior,  bajo una  pesada  nube  de  pensamientos  dementes, densos  y turbios  que representan, no obstante, todo lo  que  ves?  Hoy intentaremos  por primera  vez  atravesar esa  obscura y pesada  nube  y llegar a  la  luz  que  se  encuentra  más  allá.

6. Hoy tendremos  una  sola  sesión de  práctica  larga.  Por la  mañana, a  ser posible  tan pronto  como te levantes, siéntate  en silencio de  tres  a  cinco  minutos  con  los  ojos  cerrados.  Al  comienzo  de  la  sesión de  práctica  repite  la  idea  de  hoy muy lentamente.  No trates  de  pensar  en nada  en  particular.  Trata, en cambio, de  experimentar  la  sensación  de  que  estás  sumergiéndote  en tu interior,  más  allá  de  todos los  pensamientos  vanos  del  mundo.  Trata  de  llegar hasta  lo más  profundo de  tu mente, manteniéndola  despejada  de  cualquier pensamiento  que  pudiese  distraerte.

7. De  vez  en cuando puedes  repetir  la  idea  de  hoy si  observas  que  eso te  ayuda.  Pero sobre  todo, trata  de  sumergirte  tan profundamente  como puedas  en  tu interior, lejos  del  mundo y de  todos  sus pensamientos  disparatados. Estás  tratando  de  llegar  más  allá  de  todo ello.  Estás  tratando de  dejar atrás  las  apariencias  y de  aproximarte  a  la  realidad.

8. Es  perfectamente  posible  llegar  a  Dios. De  hecho,  es  muy fácil, ya  que  es  la  cosa  más  natural  del mundo.  Podría  decirse  incluso que  es  lo  único que  es  natural  en el  mundo. El  camino  quedará despejado, si  realmente  crees  que  ello  es  posible. Este  ejercicio  puede  producir  resultados asombrosos  incluso la  primera  vez  que  se  intenta, y tarde  o temprano acaba  por tener éxito.  A medida  que  avancemos  ofreceremos  más  detalles  acerca  de  este  tipo de  práctica.  No obstante, nunca fracasa  del  todo, y es  posible  tener éxito inmediatamente.

9. Usa  la  idea  frecuentemente  a  lo largo  del  día,  repitiéndola  muy despacio, preferiblemente  con los ojos  cerrados. Piensa  en lo  que  estás  diciendo, en el  significado de  las  palabras. Concéntrate  en la santidad que  esas  palabras  te  atribuyen;  en la  compañía  indefectible  de  la  que  gozas, en la  completa protección  que  te  rodea.

10. Puedes  ciertamente  permitirte  el  lujo de  reírte  de  los  pensamientos  de  miedo, recordando  que Dios  va  contigo dondequiera  que  tú  vas.


~Lección 41 UCDM:
''Dios va conmigo dondequiera que yo voy''.


*Comentario:


Cuando somos pequeños, la Iglesia católica nos enseña que existe un Dios único, que su hijo Jesús de Nazaret predicaba su palabra, hasta aquí todo bien. Sin embargo, las enseñanzas originales se han tergiversado para producir miedo, culpa, separación... y en resumen, para hacernos creer en las 10 ilusiones que el ser humano ha creado para justificar su mundo externo.

Pero no existe un Dios fuera de ti, al igual que no existe un mundo externo tal y como lo percibes, y tampoco existe un ego, sino que nos lo inventamos al creer en la separación.

Ayer explicaba para hacer más entendible el concepto de que somos como partes de un átomo, con protones, electrones y neutrones, pero que todo ello es parte de la unidad. Al vernos reflejados en el Hermano que tenemos delante, no entendemos que es un reflejo de nosotros mismos, y eso hace creíble la separación cuando no vemos con los ojos del Espíritu Santo.

Neville Goddard en sus cientos de conferencias que ha dado, siempre a explicado que Dios, es nuestra propia imaginación humana, nuestra parte luminosa, nuestra mente creativa y bondadosa. Por eso Dios va dondequiera que voy, porque vive en nosotros mismos.

¿Por qué nos empeñamos en rezar a un Dios externo que no existe?
¿Por qué constantemente echamos las culpas a nuestro Dios externo cuando algo nos ocurre?
Precisamente porque creemos en un Dios que existe fuera de nosotros mismos, en lugar de entender que es Dios dentro de nosotros.

Jesús de Nazaret decía:
''Encuentra el Reino de los Cielos dentro de ti y todo lo demás se te dará por añadidura''

Esta frase significa que cuando encontremos a Dios en nuestra mente creativa, en nuestra bondad, en nuestra parte luminosa, entenderemos que es el estado de conciencia del Reino de los Cielos.

El Reino de los Cielos no es más que vivir en nuestra condición habitual, en aquello que habíamos olvidado y que al nacer vemos en nuestros hijos por ser una semilla pura de luz hasta que aprenden el ego que les enseñamos para defenderse en este mundo ''hostil''.

Así pues, hoy encontremos la verdad dentro de nosotros mismos, porqué la verdad de que Dios habita dentro de nosotros mismos nos hará libres.

~Comentario: Edgar Doménech Macías.


~Vídeo lectura profunda de la lección: Arantxa Carrera Salas - Matriz del Cambio.

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