martes, 29 de octubre de 2019

Lección 320. Mi Padre me da todo poder


*Lección 320. Mi Padre me da todo poder*

1. El  Hijo de  Dios  no tiene  límites. Su fuerza  es  ilimitada,  así  como  su paz,  su júbilo,  y todos  los atributos  con los  que  su Padre  lo dotó en  su creación.  Lo que  dispone  con  su Creador  y Redentor  se hace. Lo que  su santa  voluntad  dispone  jamás  puede  ser negado  porque  su Padre  refulge  en su mente, y deposita  ante  ella  toda  la  fuerza  y amor  de  la  tierra  y del  Cielo.  Yo soy aquel  a  quien  todo esto  se  le  da.  Yo soy aquel  en quien  reside  el  poder de  la  Voluntad  del  Padre. 

2.  Tu  Voluntad  puede  hacer cualquier  cosa  en mí  y luego extenderse  a  todo el  mundo  a  través  de  mí. Tu  Voluntad no tiene  límites. Por lo tanto,  a  Tu  Hijo se  le  ha  dado todo  poder. 

Lección 319. Vine a salvar al mundo


*Lección 319. Vine a salvar al mundo*

1. He  aquí  un pensamiento del  que  se  ha  eliminado toda  traza  de  arrogancia  y en  el  que  sólo queda la  verdad. Pues  la  arrogancia  se  opone  a  la  verdad. Mas  cuando  la  arrogancia  desaparece,  la  verdad viene  inmediatamente  y llena  el  espacio  que, al  irse  el  ego, quedó libre  de  mentiras. Únicamente  el ego  puede  estar  limitado y,  por consiguiente, no puede  sino perseguir fines  limitados  y restrictivos. El  ego piensa  que  lo que  uno gana, la  totalidad lo  pierde.  La  Voluntad de  Dios, sin embargo,  es  que yo aprenda  que  lo  que  uno gana  se  le  concede  a  todos. 

2. Padre,  Tu  Voluntad es  total.  Y  la  meta  que  emana  de  ella  comparte  su totalidad. ¿Qué  otro objetivo  podrías  haberme  encomendado sino la  salvación  del  mundo?  ¿Y  qué  otra  cosa  sino eso podría  ser la  Voluntad que  mi  Ser ha  compartido  Contigo? 

Lección 318. Yo soy el medio para la salvación, así como su fin


*Lección 318. Yo soy el medio para la salvación, así como su fin*

1. En mí -el santo Hijo de Dios- se reconcilian todos los aspectos del plan celestial para la salvación del mundo. ¿Qué podría estar en conflicto, cuando todos los aspectos comparten un mismo propósito y una misma meta? ¿Cómo podría haber un solo aspecto que estuviese separado o que tuviese mayor o menor importancia que los demás? Yo soy el medio por el que el Hijo de Dios se salva, porque el propósito de la salvación es encontrar la impecabilidad que Dios ubicó en mí. Fui creado como aquello tras lo cual ando en pos. Soy el objetivo que el mundo anda buscando. Soy el Hijo de Dios, Su único y eterno amor. Yo soy el medio para la salvación, así como su fin. 

2. Permíteme hoy, Padre mío, asumir el papel que Tú me ofreces al pedirme que acepte la Expiación para mí mismo. Pues lo que de este modo se reconcilia en mí se reconcilia igualmente en Ti. 

Lección 317. Sigo el camino que se me ha señalado


*Lección 317. Sigo el camino que se me ha señalado*

1. Tengo una misión especial que cumplir, un papel que sólo yo puedo desempeñar. La salvación espera hasta que yo elija asumir ese papel como mi único objetivo. Hasta que no tome esa decisión, seré un esclavo del tiempo y del destino humano. Pero cuando por mi propia voluntad y de buen grado vaya por el camino que el plan de mi Padre me ha señalado, reconoceré entonces que la salvación ya ha llegado, que se les ha concedido a todos mis hermanos y a mí junto con ellos. 

2. Padre, Tu camino es el que elijo seguir hoy. Allí donde me conduce, es adonde elijo ir; y lo que quiere que haga, es lo que elijo hacer. Tu camino es seguro y el final está garantizado. Allí me aguarda Tu recuerdo. Y todos mis pesares desaparecerán en Tu abrazo, tal como le prometiste a Tu Hijo, quien pensó erróneamente que se había alejado de la segura protección de Tus amorosos Brazos. 

Lección 316. Todos los! regalos que les hago a mis hermanos me pertenecen


*Lección 316. Todos los! regalos que les hago a mis hermanos me pertenecen*

1. Del  mismo modo  en que  cada  uno de  los  regalos  que  mis  hermanos  hacen me  pertenece,  así también  cada  regalo que  yo hago me  pertenece  a  mí.  Cada  uno de  ellos  permite  que  un error pasado desaparezca  sin dejar  sombra  alguna  en la  santa  mente  que  mi  Padre  ama. Su gracia  se  me  concede con  cada  regalo que  cualquier  hermano  haya  recibido desde  los  orígenes  del  tiempo,  y más  allá  del tiempo  también. Mis  arcas  están  llenas, y los  ángeles  vigilan sus  puertas  abiertas  para  que  ni  un solo regalo se  pierda,  y sólo se  puedan añadir más. Déjame  llegar  allí  donde  se  encuentran mis  tesoros, y entrar a  donde  en verdad soy bienvenido y donde  estoy  en mi  casa, rodeado  de  los  regalos  que  Dios me  ha  dado. 

2. Padre,  hoy quiero aceptar  Tus  regalos. No los  reconozco. Mas  confío en  que  Tú que  me  los  diste, me  proporcionarás  los  medios  para  poder contemplarlos, ver su valor y estimarlos  como  lo único que  deseo. 

Lección 315. Todos los regalos que mis hermanos hacen me pertenecen


*Lección 315. Todos los regalos que mis hermanos hacen me pertenecen*

1. En  cada  momento  de  cada  día  se  me  conceden  miles  de  tesoros. Soy bendecido  durante  todo  el día  con regalos  cuyo valor excede  con  mucho el  de  cualquier  cosa  que  yo pudiera  concebir. Un hermano le  sonríe  a  otro,  y mi  corazón  se  regocija.  Alguien expresa  su gratitud  o su compasión, y mi  mente  recibe  ese  regalo y lo  acepta  como propio.  Y  todo  el  que  encuentra  el  camino  a  Dios  se convierte  en mi  salvador, me  señala  el  camino y me  asegura  que  lo que  él  ha  aprendido  sin duda  me pertenece  a  mí  también. 

2. Gracias, Padre, por los  muchos  regalos  que  me  llegan  hoy y todos  los  días, procedentes  de  cada Hijo  de  Dios. Los  regalos  que  mis  hermanos  me  pueden hacer  son ilimitados.  Ahora  les  mostraré  mi agradecimiento,  de  manera  que  mí  gratitud hacia  ellos  pueda  conducirme  a  mi  Creador y a  Su recuerdo. 

Lección 314. Busco un futuro diferente del pasado


*Lección 314. Busco un futuro diferente del pasado*

1. De una nueva percepción del mundo nace un futuro muy diferente del pasado. El futuro se ve ahora simplemente como una extensión del presente. Los errores del pasado no pueden ensombrecerlo, de tal modo que el miedo ha perdido sus ídolos e imágenes, y, al no tener forma, deja de tener efectos. La muerte no podrá reclamar ahora el futuro, pues ahora la vida se ha convertido en su objetivo, y se proveen gustosamente todos los medios necesarios para su logro. ¿Quién podría lamentarse o sufrir cuando el presente ha sido liberado, y su seguridad y paz se extienden hasta un futuro tranquilo y lleno de júbilo? 

2. Padre, cometimos errores en el pasado, pero ahora elegimos valernos del presente para ser libres. Ponemos el futuro en Tus Manos, y dejamos atrás nuestros errores pasados, seguros de que Tú cumplirás las promesas que nos haces en el presente, y de que bajo su santa luz dirigirás el futuro. 

Lección 313. Que venga a mi ahora una nueva percepción


*Lección 313. Que venga a mi ahora una nueva percepción*

1. Padre, hay una visión que ve todas las cosas sin mancha alguna de pecado, lo cual indica que el miedo ha desaparecido, y que en su lugar se ha invitado al amor. Y éste vendrá dondequiera que se le invite. Esta visión es Tu regalo. Los ojos de Cristo contemplan un mundo perdonado. Ante Su vista todos los pecados del mundo quedan perdonados, pues Él no ve pecado alguno en nada de lo que contempla. Permite que Su verdadera percepción venga a mí ahora, para poder despertarme del sueño de pecado y ver mi impecabilidad en mi interior, la cual Tú has conservado completamente inmaculada en el altar a Tu santo Hijo, el Ser con Quien quiero identificarme. 

2. Contemplémonos hoy los unos a los otros con los ojos de Cristo. ¡Qué bellos somos! ¡Cuán santos y amorosos! Hermano, ven y únete a mí hoy. Salvamos al mundo cuando nos unimos. Pues en nuestra visión el mundo se vuelve tan santo como la luz que mora en nosotros. 

Lección 312. Veo todas las cosas como quiero que sean


*Lección 312. Veo todas las cosas como quiero que sean*

1. La  percepción se  deriva  de  los  juicios. Habiendo  juzgado, vemos, por lo tanto,  lo que  queremos contemplar. Pues  el  único propósito  de  la  vista  es  ofrecernos  lo  que  queremos  ver.  Es  imposible pasar por alto lo  que  queremos  ver  o no ver lo que  hemos  decidido  contemplar. ¡Cuán inevitablemente,  pues, se  alza  el  mundo real  ante  la  santa  visión de  aquel  que  acepta  el  propósito del Espíritu Santo  como aquello que  desea  ver! No puede  dejar de  contemplar lo  que  Cristo quiere  que vea,  ni  de  amar con el  Amor de  Cristo lo que  contempla. 

2. Mi  único  propósito hoy es  contemplar  un mundo liberado, libre  de  todos  los  juicios  que  he emitido.  Padre, esto es  lo  que  Tu  Voluntad  dispone  para  mí  hoy, por lo tanto, no puede  sino ser mi objetivo  también. 

Lección 311. Juzgo todas las cosas como quiero que sean


*Lección 311. Juzgo todas las cosas como quiero que sean*

1. Los juicios se inventaron para usarse como un arma contra la verdad. Separan aquello contra lo que se utilizan, y hacen que se vea como si fuese algo aparte y separado. Luego hacen de ello lo que tú quieres que sea. Juzgan lo que no pueden comprender, ya que no pueden ver la totalidad, y, por lo tanto, juzgan falsamente. No nos valgamos de ellos hoy, antes bien, ofrezcámoselos de regalo a Aquel que puede utilizarlos de manera diferente. Él nos salvará de la agonía de todos los juicios que hemos emitido contra nosotros mismos y re-establecerá nuestra paz mental al ofrecernos el Juicio de Dios con respecto a Su Hijo. 

2. Padre, estamos esperando hoy con mentes receptivas a oír Tu juicio con respecto al Hijo que Tú amas. No lo conocemos, y así, no lo podemos juzgar. Por lo tanto, dejamos que Tu Amor decida qué es lo que no puede sino ser aquel a quien Tú creaste como Tu Hijo. 

lunes, 28 de octubre de 2019

Lección 310. Paso este día sin miedo y lleno de amor


*Lección 310. Paso este día sin miedo y lleno de amor*

1. Quiero  pasar  este  día  Contigo, Padre  mío, tal  como  Tú has  dispuesto que  deben  ser todos  mis días.  Y  lo  que  he  de  experimentar no tiene  nada  que  ver con  el  tiempo.  El  júbilo que  me  invade  no se  puede  medir  en días  u horas, pues  le  llega  a  Tu  Hijo desde  el  Cielo.  Este  día  será  Tu  dulce recordatorio  de  que  Te  recuerde, la  afable  llamada  que  le  haces  a  Tu  santo Hijo, la  señal  de  que  se me  ha  concedido  Tu  gracia  y de  que  es  Tu  Voluntad que  yo me  libere  hoy. 

2. Este  día  lo  pasaremos  juntos,  tú y yo.  Y  todo el  mundo  unirá  sus  voces  a  nuestro himno de  alegría y gratitud  hacia  Aquel  que  nos  brindó la  salvación y nos  liberó.  Nuestra  paz  y nuestra  santidad  nos son restituidas. Hoy el  miedo no tiene  cabida  en nosotros, pues  le  hemos  dado la  bienvenida  al  amor en  nuestros  corazones. 

Lección 309. Hoy no tendré miedo de mirar dentro de mí


*Lección 309. Hoy no tendré miedo de mirar dentro de mí*

1. Dentro  de  mí  se  encuentra  la  Eterna  Inocencia,  pues  es  la  Voluntad de  Dios  que  esté  allí  para siempre.  Y  yo, Su Hijo, cuya  voluntad es  tan  ilimitada  como  la  Suya, no puedo  disponer que  ello sea  diferente.  Pues  negar la  Voluntad de  mi  Padre  es  negar la  mía  propia. Mirar dentro  de  mí  no es sino encontrar mi  voluntad  tal  como Dios  la  creó, y como  es.  Tengo  miedo  de  mirar  dentro de  mí porque  creo que  forjé  otra  voluntad que  aunque  no es  verdad  hice  que  fuese  real.  Mas  no tiene efectos. Dentro de  mí  se  encuentra  la  santidad  de  Dios. Dentro de  mí  se  encuentra  el  recuerdo  de  Él. 

2. El  paso que  he  de  dar hoy, Padre  mío,  es  lo que  me  liberará  por completo  de  los  vanos  sueños  del pecado.  Tu  altar se  alza  sereno e  incólume.  Es  el  santo  altar  a  mi  propio Ser y es  allí  donde encuentro mi  verdadera  Identidad. 

Lección 308. Este instante es el único tiempo que existe


*Lección 308. Este instante es el único tiempo que existe*

1. El  concepto que  yo he  forjado del  tiempo  impide  el  logro de  mi  objetivo. Si  elijo  ir más  allá  del tiempo  hasta  la  intemporalidad, tengo  que  cambiar mi  percepción acerca  del  propósito del  tiempo. Pues  su propósito  no puede  ser que  el  pasado y el  futuro sean uno. El  único  intervalo en el  que puedo  librarme  del  tiempo  es  ahora  mismo.  Pues  en este  instante  el  perdón ha  venido a  liberarme. Cristo  nace  en  el  ahora,  sin pasado ni  futuro.  Él  ha  venido a  dar  la  bendición del  presente  al  mundo, restaurándolo a  la  intemporalidad  y al  amor.  Y  el  amor  está  siempre  presente, aquí  y ahora. 

2. Gracias  por este  instante, Padre.  Ahora  es  cuando soy redimido. Este  instante  es  el  momento  que señalaste  para  la  liberación de  Tu Hijo  y para  la  salvación  del  mundo  en él. 

Lección 307. Abrigar deseos conflictivos no puede ser mi voluntad


*Lección 307. Abrigar deseos conflictivos  no puede ser mi voluntad*

1. Padre,  Tu  Voluntad es  la  mía,  y nada  más  lo  es. No hay  otra  voluntad que  yo pueda  tener.  Que  no trate  de  forjar otra,  pues  sería  absurdo y únicamente  me  haría  sufrir.  Sólo  Tu  Voluntad  me  puede hacer feliz, y sólo  Tu  Voluntad  existe.  Si  he  de  tener aquello que  sólo  Tú  puedes  dar, debo aceptar  lo que  Tu  Voluntad dispone  para  mí  y alcanzar una  paz  en la  que  el  conflicto es  imposible,  Tu Hijo es uno Contigo  en ser y en voluntad, y nada  contradice  la  santa  verdad de  que  aún soy tal  como  Tú me creaste. 

2.  Y  con esta  plegaria  nos  sumergimos  silenciosamente  en  un estado en el  que  el  conflicto es imposible,  pues  hemos  unido nuestra  santa  voluntad  a  la  de  Dios, en reconocimiento de  que  son una y la  misma. 

Lección 306. El regalo de Cristo es lo único que busco hoy


*Lección 306. El regalo de Cristo es lo único que busco hoy*

1. ¿Qué  otra  cosa  sino la  visión de  Cristo  querría  utilizar hoy cuando  me  puede  conceder  un día  en el  que  veo un mundo  tan semejante  al  Cielo que  un viejo  recuerdo vuelve  a  aflorar en  mi conciencia?  Hoy puedo olvidarme  del  mundo  que  fabriqué.  Hoy puedo ir más  allá  de  todo temor, y ser restaurado  al  amor, a  la  santidad  y a  la  paz. Hoy soy redimido,  y vuelvo a  nacer en  un mundo misericordioso y solícito;  un mundo lleno de  bondad en el  que  reina  la  paz  de  Dios. 

2.  Y  de  esta  manera,  Padre  nuestro, regresamos  a  Ti, recordando  que  nunca  nos  ausentamos; recordando los  santos  dones  con los  que  nos  has  agraciado.  Venimos  llenos  de  gratitud y aprecio, con  las  manos  vacías  y con nuestras  mentes  y corazones  abiertos,  pidiendo tan sólo lo que  Tú concedes. Ninguna  ofrenda  que  podamos  hacer  es  digna  de  Tu  Hijo. Pero en  Tu  Amor se  le  concede el  regalo  de  Cristo. 

Lección 305. Hay una paz que Cristo nos concede


*Lección 305. Hay una paz que Cristo nos concede*

1. El que sólo utiliza la visión de Cristo encuentra una paz tan profunda y serena, tan imperturbable y completamente inalterable, que no hay nada en el mundo que sea comparable. Las comparaciones cesan ante esa paz. Y el mundo entero parte en silencio a medida que esta paz lo envuelve y lo transporta dulcemente hasta la verdad, para ya nunca volver a ser la morada del temor. Pues el amor ha llegado, y ha sanado al mundo al concederle la paz de Cristo. 

2. Padre, la paz de Cristo se nos concede porque Tu Voluntad es que nos salvemos. Ayúdanos hoy a aceptar únicamente Tu regalo y a no juzgarlo. Pues se nos ha concedido para que podamos salvarnos del juicio que hemos emitido acerca de nosotros mismos. 

Lección 304. Que mi mundo no nuble la visión de Cristo


*Lección 304. Que mi mundo no nuble la visión de Cristo*

1. Sólo puedo nublar mi santa vista si permito que mi mundo se entrometa en ella. Y no puedo contemplar los santos panoramas que Cristo contempla a menos que utilice Su visión. La percepción es un espejo, no un hecho. Y lo que contemplo es mi propio estado de ánimo reflejado afuera. Quiero bendecir el mundo contemplándolo a través de los ojos de Cristo. Y veré las señales inequívocas de que todos mis pecados me han sido perdonados. 

2. Tú me conduces de las tinieblas a la luz y del pecado a la santidad. Déjame perdonar y así recibir la salvación del mundo. Ése es Tu regalo, Padre mío, que se me concede para que yo se lo ofrezca a Tu santo Hijo, de manera que él pueda hallar Tu recuerdo, y el de Tu Hijo tal como Tú lo creaste. 

Lección 303. Hoy nace en mi el Cristo santo


*Lección 303. Hoy nace en mi el Cristo santo*

1. Velad conmigo, ángeles, velad conmigo hoy. Que todos los santos Pensamientos de Dios me rodeen y permanezcan muy quedos a mi lado mientras nace el Hijo del Cielo. Que se acallen todos los sonidos terrenales y que todos los panoramas que estoy acostumbrado a ver desaparezcan. Que a Cristo se le dé la bienvenida allí donde Él está en Su hogar, y que no oiga otra cosa que los sonidos que entiende y vea únicamente los panoramas que reflejan el Amor de Su Padre. Que Cristo deje de ser un extraño aquí, pues hoy Él renace en mí. 

2. Le doy la bienvenida a tu Hijo, Padre. Él ha venido a salvarme del malvado ser que fabriqué. Tu Hijo es el Ser que Tú me has dado. Él es lo que yo soy en verdad. Él es el Hijo que Tú amas por sobre todas las cosas. Él es mi Ser tal como Tú me creaste. No es Cristo quien puede ser crucificado. A salvo en Tus Brazos, déjame recibir a Tu Hijo. 

Lección 302. Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz


*Lección 302. Donde antes había tinieblas ahora contemplo la luz*

1. Padre, por fin estamos abriendo los ojos. Tu santo mundo nos espera, pues por fin hemos recobrado la visión y podemos ver. Pensábamos que estábamos sufriendo. Pero era que nos habíamos olvidado del Hijo que Tú creaste. Ahora vemos que las tinieblas son el producto de nuestra propia imaginación y que la luz está ahí para que la contemplemos. La visión de Cristo transforma las tinieblas en luz, pues el miedo no puede sino desaparecer ante la llegada del amor. Déjame perdonar hoy Tu santo mundo, para poder contemplar su santidad y entender que no es sino el reflejo de la mía. 

2. Nuestro Amor nos espera conforme nos dirigimos a Él y, al mismo tiempo, marcha a nuestro lado mostrándonos el camino. No puede fracasar en nada. Él es el fin que perseguimos, así como los medios por los que llegamos a Él. 

Lección 301. Y Dios Mismo enjugará todas las lágrimas


*Lección 301. Y Dios Mismo enjugará todas las lágrimas*

1. Padre, a menos que juzgue no puedo sollozar. Tampoco puedo experimentar dolor o sentirme abandonado o creer que no se me necesita en este mundo. Éste es mi hogar porque no lo juzgo, y, por lo tanto, es únicamente lo que Tú quieres que sea. Hoy lo quiero contemplar sin condenarlo, a través de ojos felices que el perdón haya liberado de toda distorsión. Hoy quiero ver Tu mundo en lugar del mío. Y me olvidaré de todas las lágrimas que he derramado, pues su fuente ha desaparecido. Padre, hoy no juzgaré Tu mundo. 

2. El mundo de Dios es un mundo feliz. Los que lo contemplan pueden tan sólo sumar a él su propia dicha y bendecirlo por ser causa de una mayor dicha para ellos. Llorábamos porque no entendíamos. Pero hemos aprendido que el mundo que veíamos era falso, y hoy vamos a contemplar el de Dios. 

sábado, 26 de octubre de 2019

Clarificación de términos: Epílogo


*Clarificación de términos: Epílogo*

1. No olvides  que  una  vez  que  esta  jornada  ha  comenzado,  el  final  es  seguro. Las  dudas  te  asaltarán una  y otra  vez  a  lo largo  del  camino, y luego  se  aplacarán sólo para  volver a  surgir.  El  final, no obstante, es  indudable. Nadie  puede  dejar de  hacer lo que  Dios  le  ha  encomendado que  haga. Cuando  te  olvides  de  esto, recuerda  que  caminas  a  Su lado, con Su Palabra  impresa  en tu corazón. ¿Quién  puede  desalentarse  teniendo  una  Esperanza  como  ésa?  Ilusiones  de  abatimiento  parecerán asaltarte,  pero aprende  a  no dejarte  engañar por ellas. Detrás  de  cada  ilusión está  la  realidad  y está Dios. ¿Por qué  querrías  seguir esperando por esto  y substituirlo  por ilusiones, cuando  Su  Amor se encuentra  tan sólo un instante  más  allá  en el  camino  donde  todas  ellas  acaban?  El  final  es  indudable y está  garantizado por Dios. ¿Quién  se  detendría  ante  una  imagen inerte, cuando  un paso más  allá  el más  Santo de  todos  los  Santos  abre  una  puerta  inmemorial  que  conduce  más  allá  del  mundo? 

2.  Tú eres  un extraño aquí.  Pero le  perteneces  a  Aquel  que  te  ama  como  Él  se  ama  a  Sí  Mismo.  Sólo con  que  me  pidas  que  te  ayude  a  hacer  rodar la  piedra,  ello  se  hará  conforme  a  Su  Voluntad.  Nuestra jornada  ya  ha  comenzado.  Hace  mucho  tiempo que  el  final  se  escribió  en las  estrellas  y se  plasmó en  los  Cielos  con un rayo  de  luz  brillante  que  lo ha  mantenido  a  salvo en la  eternidad y a  lo largo del tiempo, y que aún lo conserva inalterado, imperturbable e inmutable. 

3. No tengas miedo. No hemos hecho más que reanudar una vieja jornada que comenzamos hace mucho tiempo, pero que aparenta ser nueva. Hemos reanudado nuestra jornada por la misma senda que estábamos recorriendo antes y en la que, por un tiempo, nos perdimos. Y ahora intentamos recorrerla de nuevo. Nuestro nuevo comienzo posee la certeza que le había faltado a la jornada hasta ahora. Levanta la mirada y contempla Su Palabra entre las estrellas, donde Él ha escrito tu nombre junto con el Suyo. Levanta la mirada y halla tu infalible destino que el mundo quiere ocultar, pero que Dios quiere que veas. 

4. Esperemos aquí en silencio, y arrodillémonos un instante en agradecimiento hacia Aquel que nos llamó y nos ayudó a oír Su Llamada. Y luego levantémonos y recorramos con fe el camino que nos conduce a Él. Ahora estamos seguros de que no caminamos solos. Pues Dios está aquí, y con Él todos nuestros hermanos. Ahora sabemos que jamás volveremos a extraviarnos. El canto que sólo se había interrumpido por un instante se vuelve a oír, si bien parece como si nunca antes se hubiese entonado. Lo que aquí ha empezado ganará fuerza, vida y esperanza, hasta que el mundo se detenga por un instante y olvide todo lo que el sueño de pecado hizo de él. 

5. Salgamos al encuentro de ese mundo recién nacido, sabiendo que Cristo ha renacido en él y que la bendición de su renacimiento perdurará para siempre. Habíamos perdido el rumbo, pero Él lo ha encontrado por nosotros. Démosle la bienvenida a Aquel que regresa a nosotros para celebrar la salvación y el fin de todo lo que creíamos haber hecho. El lucero del alba de este nuevo día contempla un mundo diferente en el que se le da la bienvenida a Dios, y a Su Hijo junto con Él. Nosotros que le completamos, le damos las gracias, tal como Él nos las da a nosotros. El Hijo reposa, y en la quietud que Dios le dio, entra en su hogar y por fin está en paz. 

Clarificación de términos 6. El Espíritu Santo


*Clarificación de términos 6. El Espíritu Santo*

1. Jesús  es  la  manifestación del  Espíritu  Santo, a  Quien él  invocó  para  que  descendiese  sobre  la tierra  después  de  su ascensión  al  Cielo, es  decir, después  de  haberse  identificado  completamente con  el  Cristo, el  Hijo de  Dios  tal  como  Él  lo  creó.  Al  ser el  Espíritu Santo una  creación del  Único Creador  y al  crear junto  con Él  y a  Su semejanza  o espíritu, es  eterno  y nunca  ha  cambiado. Fue "invocado para  que  descendiese  sobre  la  tierra", en  el  sentido  de  que  entonces  se  hizo  posible aceptarle  y escuchar  Su  Voz.  Su  Voz  es  la  Voz  de  Dios, y, por lo  tanto,  ha  adquirido  forma. Dicha forma no es Su realidad, la cual sólo Dios conoce junto con Cristo, Su verdadero Hijo, Quien es parte de Él. 

2. Al Espíritu Santo se le describe a lo largo del curso como Aquel que nos ofrece la respuesta a la separación y nos trae el plan de la Expiación, al asignarnos el papel especial que nos corresponde desempeñar en dicho plan y mostrarnos exactamente en qué consiste. Él ha designado a Jesús como el líder para llevar a cabo Su plan, ya que Jesús fue el primero en desempeñar perfectamente su papel. Se le ha dado pleno poder en el Cielo y en la tierra, y lo compartirá contigo cuando tú hayas desempeñado el tuyo. El principio de la Expiación le fue dado al Espíritu Santo mucho antes de que Jesús lo pusiese en marcha. 

3. Al Espíritu Santo se le describe como el último vínculo de comunicación que queda entre Dios y Sus Hijos separados. A fin de llevar a cabo esta función especial, Él ha asumido una doble función. Goza de conocimiento porque es parte de Dios; percibe porque fue enviado para salvar a la humanidad. Él es el gran principio corrector, el portador de la verdadera percepción, el poder intrínseco de la visión de Cristo. Él es la luz en la que se percibe el mundo perdonado, en el que solamente puede verse la faz de Cristo. Él nunca se olvida del Creador ni de Su Creación. Él nunca se olvida del Hijo de Dios. Él nunca se olvida de ti. Te brinda el Amor de tu Padre en un eterno resplandor que nunca será extinguido porque Dios Mismo lo depositó ahí. 

4. El Espíritu Santo mora en la parte de tu mente que es parte de la Mente de Cristo. Él representa a tu Ser y a tu Creador, Quienes son uno. Habla por Dios y también por ti, ya que está unido a Ambos. Por consiguiente, Él es la prueba de que Ambos son uno solo. El Espíritu Santo parece ser una Voz, pues de esa forma es como te comunica la Palabra de Dios. Parece ser un Guía por tierras lejanas, pues ésa es la clase de ayuda que necesitas. Y parece ser también cualquier cosa que satisfaga las necesidades que creas tener. Pero Él no se engaña cuando te percibes a ti mismo atrapado por necesidades que no tienes. De ellas es de las que quiere liberarte. De ellas es de las que quiere ponerte a salvo. 

5. Tú eres Su manifestación en este mundo. Tu hermano te invoca para que seas Su Voz junto con él. Por sí solo no puede ser el Ayudante del Hijo de Dios, pues por sí solo no tiene ninguna función. Pero unido a ti es el resplandeciente Salvador del mundo, Cuyo papel en la redención de éste tú has completado. Él te da las gracias a ti y a tu hermano, pues te elevaste con él cuando él empezó a salvar al mundo. Y estarás con él cuando el tiempo haya cesado y ya no quede ni rastro de los sueños de rencor en los que bailabas al compás de la exangüe música de la muerte. Pues en su lugar se oirá el himno a Dios por unos momentos más. Y luego ya no se oirá más la Voz, ya que no volverá a adoptar ninguna forma, sino que retornará a la eterna Amorfía de Dios. 

Clarificación de términos 5. Jesús - Cristo


*Clarificación de términos 5. Jesús - Cristo de términos 5. Jesús - Cristo*

1. No necesitas  ayuda  para  entrar  en el  Cielo,  pues  jamás  te  ausentaste  de  él.  Pero sí  necesitas  una ayuda  que  proceda  de  más  allá  de  ti, pues  te  encuentras  limitado  por falsas  creencias  con respecto a tu  Identidad,  la  cual  sólo Dios  estableció  en la  realidad.  Los  ayudantes  que  se  te  proveen  varían  de forma,  aunque  ante  el  altar  son uno solo.  Más  allá  de  cada  uno de  ellos  se  encuentra  un Pensamiento de  Dios, y esto jamás  ha  de  cambiar.  Pero sus  nombres  difieren por un tiempo,  puesto  que  el  tiempo necesita símbolos, siendo de por sí irreal. Sus nombres son legión, pero no nos extenderemos más allá de los nombres que el curso en sí emplea. Dios no provee ayuda, pues no sabe de necesidades. Sin embargo, Él crea todos los Ayudantes que Su Hijo pueda necesitar, mientras éste siga creyendo que sus fantasías son reales. Dale gracias a Dios por ellos, pues son quienes te conducirán de regreso a tu hogar. 

2. El nombre de Jesús es el nombre de uno que, siendo hombre, vio la faz de Cristo en todos sus hermanos y recordó a Dios. Al identificarse con Cristo, dejó de ser un hombre y se volvió uno con Dios. El hombre era una ilusión, pues parecía ser un ser separado que caminaba por su cuenta, dentro de un cuerpo que aparentemente mantenía a su ser separado de su Ser, como hacen todas las ilusiones. Pero ¿quién puede salvar a menos que, al ver las ilusiones, las identifique como lo que son? Jesús sigue siendo un Salvador porque vio lo falso y no lo aceptó como la verdad. Cristo necesitó su forma para poder presentarse ante los hombres y salvarlos de sus ilusiones. 

3. En su completa identificación con el Cristo -el perfecto Hijo de Dios, Su única creación y Su felicidad, por siempre como Él y uno con Él- Jesús se convirtió en lo que todos vosotros no podéis sino ser. Mostró el camino para que le siguieras. Él te conduce de regreso a Dios porque vio el camino ante sí y lo siguió. Jesús hizo una clara distinción, todavía velada para ti, entre lo falso y lo verdadero. Te ofreció una demostración palpable de que es imposible matar al Hijo de Dios, y de que el pecado, la maldad, la malicia, el miedo o la muerte no pueden alterar su vida en modo alguno. 

4. Todos tus pecados, por lo tanto, te han sido perdonados, ya que jamás tuvieron consecuencia alguna. Y así, no fueron más que sueños. Levántate con aquel que te mostró esto, ya que se lo debes por haber compartido contigo tus sueños para que pudieran ser disipados. Y todavía los comparte, para mantenerse en unión contigo. 

5. ¿Es él el Cristo? Por supuesto que sí, junto Contigo. Su vida en la tierra no fue lo suficientemente larga como para poder enseñar la poderosa lección que aprendió por todos vosotros. Mas él permanecerá contigo para conducirte desde el infierno que tú hiciste hasta Dios. Y cuando unas tu voluntad a la suya, verás a través de su visión, pues los ojos de Cristo se comparten. Caminar con él es algo tan natural como caminar con un hermano al que conoces desde que naciste, pues eso es en verdad lo que él es. Se han hecho amargos ídolos de aquel que sólo quiere ser un hermano para el mundo. Perdónale tus fantasías, y comprende lo mucho que amarías a un hermano así. Pues él por fin le brindará descanso a tu mente y la llevará contigo ante tu Dios. 

6. ¿Es él el único Ayudante de Dios? ¡Por supuesto que no! Pues Cristo adoptará muchas formas con diferentes nombres hasta que se reconozca la unicidad de todas ellas. Mas para ti, Jesús es el portador del único mensaje de Cristo acerca del Amor de Dios. No tienes necesidad de ningún otro. Es posible leer sus palabras y beneficiarse de ellas sin aceptarle en tu vida. Mas él te ayudaría todavía más si compartieses con él tus penas y alegrías, y renunciases a ambas para hallar la paz de Dios. Con todo, lo que él quiere que aprendas más que nada sigue siendo la lección que vino a enseñar, la cual reza así: La muerte no existe porque el Hijo de Dios es como su Padre. No puedes hacer nada que pueda alterar el Amor Eterno. Olvida tus sueños de pecado y de culpabilidad, y en su lugar ven conmigo a compartir la resurrección del Hijo de Dios. Y trae contigo todos aquellos que Él te ha enviado para que cuides de ellos como yo cuido de ti. 

Clarificación de términos 4. La percepción verdadera - El conocimiento


*Clarificación de términos 4. La percepción  verdadera - El conocimiento*

1. El  mundo que  ves  no es  más  que  la  ilusión de  un mundo.  Dios  no lo  creó, pues  lo que  Él  crea tiene  que  ser tan eterno como  Él. En  el  mundo  que  ves, no obstante,  no hay nada  que  haya  de perdurar  para  siempre.  Algunas  cosas  durarán  en el  tiempo  algo más  que  otras. Pero llegará  el momento  en el  que  a  todo lo  visible  le  llegue  su fin. 

2. Los  ojos  del  cuerpo no son, por lo tanto, el  medio  a  través  del  cual  se  puede  ver  el  mundo  real, pues  las  ilusiones  que  contemplan sólo pueden  conducir a  más  ilusiones  de  la  realidad.  Y  eso es  lo que  hacen. Pues  todo lo  que  los  ojos  del  cuerpo  ven, no sólo no ha  de  durar, sino que  además  se presta  a  que  se  tengan pensamientos  de  pecado y culpabilidad.  Todo  lo que  Dios  creó,  por otra parte, está  por siempre  libre  de  pecado y,  por ende, por siempre  libre  de  culpabilidad. 

3. El  conocimiento no es  el  remedio  para  la  percepción falsa,  puesto que  al  proceder de  distintos niveles, jamás  pueden encontrarse. La  única  corrección posible  para  la  percepción falsa  es  la percepción  verdadera.  Ésta  no perdurará.  Pero mientras  dure, su propósito será  sanar. La  percepción verdadera es un remedio que se conoce por muchos nombres. El perdón, la salvación, la Expiación y la percepción verdadera son todos una misma cosa. Son el comienzo de un proceso cuyo fin es conducir a la Unicidad que los transciende a todos. La percepción verdadera es el medio por el que se salva al mundo de las garras del pecado, pues el pecado no existe. Y esto es lo que la percepción verdadera ve. 

4. El mundo se yergue como un sólido muro ante la faz de Cristo. Pero la percepción verdadera lo ve sólo como un frágil velo, tan fácil de descorrer que no podría durar más de un instante. Por fin se ve el mundo tal como es. Y ahora no puede sino desaparecer, pues en su lugar ha quedado un espacio vacío que ha sido despejado y preparado. Donde antes se percibía destrucción, aparece ahora la faz de Cristo, y en ese instante el mundo queda olvidado y el tiempo acaba para siempre al disolverse el mundo en la nada de donde provino. 

5. Un mundo perdonado no puede durar mucho. Era la morada de los cuerpos. Pero el perdón mira más allá de ellos. En eso radica su santidad; así es como sana. El mundo de los cuerpos es el mundo del pecado, pues sólo si el cuerpo existiese sería posible el pecado. El pecado acarrea culpabilidad, tan irremediablemente como el perdón acaba con ella. Y una vez que ha desaparecido todo rastro de culpabilidad, ¿qué queda que pueda seguir manteniendo al mundo separado y fijo en su lugar? Pues la idea de lugar habrá desaparecido también, junto con el tiempo. El cuerpo es lo único que hace que el mundo parezca real, pues, al ser algo separado, no puede permanecer donde la separación es imposible. El perdón prueba que es imposible porque no lo ve. Y lo que entonces pasas por alto, deja de ser comprensible para ti, tal como una vez estabas seguro de su presencia. 

6. Este es el cambio que brinda la percepción verdadera: lo que antes se había proyectado afuera, ahora se ve adentro, y ahí el perdón deja que desaparezca. Ahí se establece el altar al Hijo, y ahí se recuerda a su Padre. Ahí se llevan todas las ilusiones ante la verdad y se depositan ante el altar. Lo que se ve como que está afuera no puede sino estar más allá del alcance del perdón, pues parece ser por siempre pecaminoso. ¿Qué esperanza puede haber mientras se siga viendo el pecado como algo externo? ¿Qué remedio puede haber para la culpabilidad? Mas al ver a la culpabilidad y al perdón dentro de tu mente, éstos se encuentran juntos por un instante, uno al lado del otro, ante un solo altar. Ahí, por fin, la enfermedad y su único remedio se unen en un destello de luz curativa. Dios ha venido a reclamar lo que es Suyo. El perdón se ha consumado. 

7. Y ahora el conocimiento de Dios, inmutable, absoluto, puro y completamente comprensible, entra en su reino. Ya no hay percepción, ni falsa ni verdadera. Ya no hay perdón, pues su tarea ha finalizado. Ya no hay cuerpos, pues han desaparecido ante la deslumbrante luz del altar del Hijo de Dios. Dios sabe que ese altar es el Suyo, así como el de Su Hijo. Y ahí se unen, pues ahí el resplandor de la faz de Cristo ha hecho desaparecer el último instante del tiempo, y ahora la última percepción del mundo no tiene propósito ni causa. Pues ahí donde el recuerdo de Dios ha llegado finalmente, no hay jornada, ni creencia en el pecado, ni paredes, ni cuerpos. Y la sombría atracción de la culpabilidad y de la muerte se extingue para siempre. 

8. ¡Oh hermanos míos, si tan sólo supierais cuánta paz os envolverá y os mantendrá a salvo, puros y amados en la Mente de Dios, no haríais más que apresuraros a encontraros con Él en Su altar! Santificados sean vuestros nombres y el Suyo, pues se unen ahí, en ese santo lugar. Ahí Él se inclina para elevaros hasta Él, liberándoos de las ilusiones para llevaros a la santidad; liberándoos del mundo para conduciros a la eternidad; liberándoos de todo temor y devolviéndoos al amor. 

Clarificación de términos 3. El perdón - La Faz de Cristo


*Clarificación de términos 3. El perdón - La  Faz de Cristo*

1. El  perdón es  el  medio  que  nos  lleva  a  Dios  y que  nos  permite  alcanzarle, mas  es  algo  ajeno  a  Él. Es  imposible  concebir  que  algo creado por Él  pueda  necesitar  perdón. El  perdón, entonces,  es  una ilusión,  pero debido  a  su propósito, que  es  el  del  Espíritu Santo,  hay algo  en ella  que  hace  que  sea diferente.  A  diferencia  de  las  demás  ilusiones, nos  aleja  del  error en vez  de  acercarnos  a  él.

2. Al perdón podría considerársele una clase de ficción feliz: una manera en la que los que no saben pueden salvar la brecha entre su percepción y la verdad. No pueden pasar directamente de la percepción al conocimiento porque no creen que ésa sea su voluntad. Esto hace que Dios parezca ser un enemigo en lugar de lo que realmente es. Y es precisamente esta percepción demente la que hace que no estén dispuestos a simplemente ascender y retornar a Él en paz. 

3. Y de este modo, necesitan una ilusión de ayuda porque se encuentran desvalidos; un Pensamiento de paz porque están en conflicto. Dios sabe lo que Su Hijo necesita antes de que él se lo pida. Dios no se ocupa en absoluto de la forma, pero al haber otorgado el contenido, Su Voluntad es que se comprenda. Y eso basta. Las formas se adaptan a las necesidades, pero el contenido es inmutable, tan eterno como su Creador. 

4. Antes de que el recuerdo de Dios pueda retornar es necesario ver la faz de Cristo. La razón es obvia. Para ver la faz de Cristo se requiere percepción. El conocimiento no es algo que se pueda ver. Pero la faz de Cristo es el gran símbolo del perdón. Es la salvación. Es el símbolo del mundo real. El que la ve, deja de ver el mundo. Está tan cerca ya del umbral del Cielo como es posible estar mientras aún esté afuera. Mas desde ahí, un paso más basta para entrar. Es el paso final. Y ése se lo dejamos a Dios. 

5. El perdón es un símbolo también, pero en cuanto que símbolo exclusivo de la Voluntad del Padre, no puede ser dividido. Y así, la Unidad que refleja se convierte en Su Voluntad. Es lo único que aún está en el mundo en parte, y que, al mismo tiempo es el puente que conduce al Cielo. 

6. La Voluntad de Dios es lo único que existe. Lo único que podemos hacer es pasar de la nada al todo; del infierno al Cielo. ¿Es esto una jornada? No, en verdad no lo es, pues la verdad no va a ninguna parte. Pero las ilusiones cambian según el lugar o la época. El paso final no es más que otro cambio. Por ser una percepción, es en parte irreal. Sin embargo, esa parte desaparecerá. Lo que entonces quedará será la paz eterna y la Voluntad de Dios. 

7. Ahora ya no hay deseos, pues los deseos cambian. Incluso lo que una vez se deseó puede volverse indeseable. Esto es así porque el ego jamás puede estar en paz. Pero la Voluntad es constante, por ser el don de Dios. Y lo que Él da es siempre como Él Mismo. Éste es el propósito de la faz de Cristo. Es el regalo de Dios para la salvación de Su Hijo. Contempla únicamente esto y habrás sido perdonado. 

8. ¡Cuán hermoso se vuelve el mundo en ese instante en el que ves la verdad acerca de ti mismo reflejada en él! Ahora estás libre de pecado y contemplas tu impecabilidad. Ahora eres santo y así lo percibes. Y ahora la mente retorna a su Creador: la unión de Padre e Hijo; la Unidad de unidades que se encuentra detrás de toda unión, aunque más allá de todas ellas. No se ve a Dios, sino que únicamente se le comprende. No se ataca a Su Hijo, sino que se le reconoce. 

Clarificación de términos 2. El ego - El milagro


*Clarificación de términos 2.  El  ego  -  El  milagro*

1. Las  ilusiones  no perdurarán.  Su final  es  indudable  y eso es  lo  único que  es  seguro en  su mundo. Por eso es  por lo que  es  el  mundo del  ego. ¿Qué  es  el  ego?  El  ego no es  más  que  un sueño  de  lo que en  realidad  eres. Un pensamiento de  que  estás  separado de  tu Creador y un deseo  de  ser lo que  Él  no creó.  El  ego  es  un producto de  la  locura,  no de  la  realidad. Es  tan  sólo  un nombre  para  lo innombrable.  Un símbolo de  lo  imposible;  una  elección de  opciones  que  no existen. Le  damos  un nombre  sólo para  que  nos  ayude  a  entender que  no es  más  que  un pensamiento ancestral  según el cual  aquello que  se  ha  inventado  es  inmortal. Mas  ¿qué  podría  proceder  de  ello,  excepto un sueño que,  al  igual  que  todos  los  demás  sueños, tan  sólo puede  terminar  en la  muerte? 

2. ¿Qué  es  el  ego?  El  ego no es  nada,  pero se  manifiesta  de  tal  forma  que  parece  ser algo. En  un mundo  de  formas  no se  puede  negar al  ego, pues  sólo  él  parece  real. Mas  ¿podría  el  Hijo  de  Dios  tal como  su Padre  lo creó  morar en una  forma  o en  un mundo de  formas?  Si  alguien  te  pide  que  definas al  ego y expliques  cómo  se  originó, es  porque  cree  que  el  ego es  real  e  intenta,  por definición, asegurarse  de  que  su naturaleza  ilusiva  quede  oculta  tras  las  palabras  que  parecen  otorgarle  realidad.

3. Ninguna definición que se haya hecho de una mentira puede hacer que ésta sea verdad. Ni tampoco puede haber una verdad que las mentiras puedan realmente ocultar. La irrealidad del ego no se niega con palabras, ni su significado se vuelve claro por el hecho de que su naturaleza parezca tener una forma. ¿Quién puede definir lo indefinible? Sin embargo, incluso para esto hay una respuesta. 

4. No podemos formular realmente una definición de lo que es el ego, pero sí podemos decir lo que no es. Y esto lo podemos ver con perfecta claridad. Basándonos en eso podemos deducir lo que es. Observa su opuesto y verás la única respuesta que tiene sentido. 

5. A lo opuesto al ego, desde cualquier punto de vista -origen, efectos y consecuencias- le llamamos milagro. En él encontramos todo lo que no tiene que ver con el ego en este mundo. El milagro es lo opuesto al ego, y sólo en él podemos observar lo que era el ego, pues en él vemos lo que éste aparentemente hacía; y la causa y sus efectos no pueden sino seguir siendo una misma cosa. 

6. Donde antes había obscuridad, ahora vemos luz. ¿Qué es el ego? Lo que antes era la obscuridad. ¿Dónde está el ego? Donde antes estaba la obscuridad. ¿Qué es ahora y dónde puede encontrársele? No es nada y no se le puede encontrar en ninguna parte. Ahora la luz ha llegado, y su opuesto se ha ido sin dejar ni rastro. Donde antes había maldad, ahora hay santidad. ¿Qué es el ego? Lo que antes era la maldad. ¿Dónde está el ego? En una pesadilla que sólo parecía ser real mientras la estabas soñando. Donde antes había crucifixión ahora está el Hijo de Dios. ¿Qué es el ego? ¿Quién tiene necesidad de preguntar? ¿Dónde está el ego? ¿Quién necesita ir en busca de ilusiones ahora que los sueños han desaparecido? 

7. ¿Qué es un milagro? Un milagro es un sueño también. Pero si observas todos los aspectos de ese sueño, jamás volverás a dudar. Observa el bondadoso mundo que se extiende ante ti mientras caminas envuelto en mansedumbre. Observa a los ayudantes que encuentras a lo largo del camino que recorres, felices ante la certeza del Cielo y la garantía de paz. Y observa también, por un instante, lo que por fin dejaste atrás y finalmente pasaste de largo. 

8. Esto es lo que era el ego: el odio cruel, la necesidad de venganza y los gritos de dolor, el miedo a la muerte y el deseo de matar, la ilusión de no tener hermanos, y el yo que parecía estar solo en el universo. El milagro corrige este terrible error con respecto a ti mismo con la misma dulzura con la que una madre amorosa adormece con su canto a su criatura. ¿No preferirías escuchar un canto así? ¿No contestaría ese canto todo lo que pensabas preguntar, haciendo incluso que la pregunta dejase de tener sentido? 

9. Tus preguntas no tienen respuesta, ya que han sido planteadas para acallar la Voz de Dios, la Cual nos hace a todos una sola pregunta: "¿Estás listo ya para ayudarme a salvar el mundo?" Pregunta esto en vez de preguntar qué es el ego, y verás un súbito resplandor envolver al mundo que el ego fabricó. Ahora no se le niega a nadie ningún milagro. El mundo se ha salvado de todo lo que tú pensabas que era. Y lo que es, ha sido siempre absolutamente puro y jamás ha sido condenado. 

10. El milagro perdona; el ego condena. No se necesita ninguna otra definición para ninguno de ellos excepto ésta. Mas ¿qué definición podría ser más cierta, o estar más a tono con lo que es la salvación? Con esto el problema y la respuesta se llevan uno al lado del otro, y al estar finalmente juntos, la elección es obvia. ¿Quién elegiría el infierno de reconocer que eso es lo que está eligiendo? ¿Y quién no seguiría adelante un poco más, cuando le ha sido dado comprender que el camino es corto y que el Cielo es su meta? 

Clarificación de términos 1. Mente - Espíritu


*Clarificación de términos 1.  Mente  -  Espíritu*

1. El  término mente  se  utiliza  para  representar  el  principio activo  del  espíritu, el  cual  le  suministra  a éste  su energía  creativa.  Cuando el  término va  con  mayúscula,  se  refiere  a  Dios  o a  Cristo (es  decir, a  la  Mente  de  Dios  o a  la  Mente  de  Cristo). El  espíritu es  el  Pensamiento  de  Dios  que  Él  creó semejante a Sí Mismo. El espíritu unificado es el único Hijo de Dios, o Cristo. 

2. En este mundo, puesto que la mente está dividida, los Hijos de Dios parecen estar separados. Sus mentes, asimismo, no parecen estar unidas. En ese estado ilusorio, el concepto de una "mente individual" parece tener sentido. En el curso, por lo tanto, se describe a la mente como si consistiera de dos partes: el espíritu y el ego. 

3. El espíritu es la parte que aún se mantiene en contacto con Dios a través del Espíritu Santo, Quien, aunque mora en esa parte, también ve la otra. No se usa el término "alma" excepto en citas directas de la Biblia, por ser un término sumamente polémico. En cualquier caso, sería un equivalente de "espíritu", entendiéndose que, al formar parte del ámbito de Dios, es eterna y nunca nació. 

4. La otra parte de la mente es completamente ilusoria y sólo teje ilusiones. El espíritu conserva su potencial creativo, pero su Voluntad, que es la de Dios, parecerá estar cautiva mientras la mente no esté unificada. La creación continúa imperturbable porque ésa es la Voluntad de Dios. Dicha Voluntad está siempre unificada, y, por lo tanto, no tiene significado en este mundo. No tiene grados ni opuestos. 

5. La mente puede gozar de rectitud o estar errada, dependiendo de la voz que escuche. La mentalidad recta escucha al Espíritu Santo, perdona al mundo, y en su lugar ve el mundo real a través de la visión de Cristo. Ésta es la visión final, la última percepción, la condición en la que Dios Mismo da el paso final. Ahí, al tiempo y a lo ilusorio les llega su fin. 

6. La mentalidad errada escucha al ego y teje ilusiones; percibe el pecado, justifica la ira, y considera que la culpabilidad, la enfermedad y la muerte son reales. Tanto este mundo como el mundo real son ilusorios, pues la mentalidad recta simplemente pasa por alto -o perdona- lo que nunca ocurrió. Por lo tanto, la mentalidad recta no es la Mentalidad-Uno de la Mente de Cristo, Cuya Voluntad es una con la de Dios. 

7. La única libertad que aún nos queda en este mundo es la libertad de elegir, y la elección es siempre entre dos alternativas o dos voces. La Voluntad no está involucrada en la percepción a ningún nivel, y no tiene nada que ver con el proceso de elegir. La conciencia es el mecanismo receptor, el cual recibe mensajes tanto del plano superior como del inferior, del Espíritu Santo o del ego. La conciencia tiene niveles y puede cambiar drásticamente de uno a otro, pero no puede transcender el dominio de lo perceptual. En su nivel más elevado, se vuelve consciente del mundo real, y puede ser entrenada para hacer eso cada vez con mayor frecuencia. Sin embargo, el hecho mismo de que tenga niveles y de que pueda ser entrenada demuestra que no puede alcanzar el conocimiento. 

CLARIFICACIÓN DE TÉRMINOS: Introducción


*CLARIFICACIÓN DE TÉRMINOS*

*Introducción*

1. Éste  no es  un curso de  especulación  filosófica,  ni  está  interesado  en una  terminología  precisa. Se orienta  únicamente  hacia  la  Expiación  o corrección  de  la  percepción. El  medio  de  la  Expiación es  el perdón.  La  estructura  de  la  "conciencia  individual"  es  esencialmente  irrelevante,  puesto que  es  un concepto que  representa  el  "error original"  o "pecado original".  Estudiar  el  error en  sí  no conduce  a la  corrección, si  es  que  en  efecto  quieres  tener éxito  en poder pasarlo  por alto.  Y  es  precisamente este  proceso de  pasar por alto lo  que  el  curso se  propone  enseñar. 

2.  Todos  los  términos  son potencialmente  polémicos, y quienes  buscan  controversia  la  encontrarán. Mas  quienes  buscan  clarificación, también  la  encontrarán.  Deben  estar dispuestos, no obstante,  a ignorar  la  controversia,  reconociendo  que  es  una  defensa  contra  la  verdad  que  se  manifiesta  en forma  de  maniobras  dilatorias. Los  argumentos  teológicos  como  tales  son necesariamente polémicos, ya  que  dependen  de  creencias, y, por lo  tanto,  pueden ser aceptados  o rechazados. Una teología  universal  es  imposible,  mientras  que  una  experiencia  universal  no sólo es  posible  sino necesaria.  Alcanzar  esa  experiencia  es  lo que  el  curso se  propone. Sólo cuando  ésta  se  alcanza  es posible  la  consistencia  porque  sólo entonces  se  acaba  la  incertidumbre. 

3. Este  curso opera  dentro  del  marco de  referencia  del  ego, pues  ahí  es  donde  se  necesita.  No se ocupa  de  lo que  está  más  allá  de  todo error,  ya  que  está  planeado  únicamente  para  fijar el  rumbo en dirección  a  ello.  Por lo tanto,  se  vale  de  palabras,  las  cuales  son simbólicas  y no pueden  expresar lo que  se  encuentra  más  allá  de  todo  símbolo. El  ego es  el  único que  pregunta,  puesto  que  es  el  único que  duda. El  curso simplemente  ofrece  otra  respuesta, una  vez  que  se  ha  planteado  una  pregunta. Dicha  respuesta, no obstante, no recurre  a  la  inventiva  o al  ingenio.  Ésos  son atributos  del  ego.  El curso es  simple.  Tiene  una  sola  función  y una  sola  meta. Sólo  en eso es  totalmente  consistente, pues sólo eso puede  ser consistente. 

4. El  ego exigirá  muchas  respuestas  que  este  curso no provee. El  curso no reconoce  como preguntas aquellas  que  sólo  tienen  la  apariencia  de  preguntas, pero que  son imposibles  de  contestar.  El  ego puede  preguntar:  "¿Cómo  sucedió lo imposible?",  "¿A  qué  le  ocurrió  lo imposible?", y lo  puede preguntar de  muchas  maneras.  Mas  no hay una  respuesta  para  ello;  sólo una  experiencia. Busca  sólo ésta  y no permitas  que  la  teología  te  retrase. 

5. Notarás  que  el  énfasis  que  el  curso pone  en  las  cuestiones  estructurales  es  muy breve  y sólo  tiene lugar  al  principio.  Dicho énfasis  desaparece  muy  pronto para  dar  paso a  la  enseñanza  central.  Sin embargo,  puesto que  has  pedido  aclaraciones, a  continuación  se  ofrecen unas  cuantas  para  algunos de  los  términos  utilizados. 

viernes, 25 de octubre de 2019

Manual para el maestro 29. En cuanto a lo demás...


*Manual para el maestro 29. En cuanto a lo  demás...*

1. Este  manual  no pretende  responder a  todas  las  preguntas  que  tanto  maestro  como alumno puedan plantear. De  hecho, solamente  aborda  algunas  de  las  más  obvias, a  modo de  breve  resumen  de algunos  de  los  conceptos  principales  expuestos  en el  texto  y en el  libro de  ejercicios. No es, sin embargo,  un substituto  de  ninguno de  ellos, sino meramente  un suplemento.  Aunque  su título es manual  para  el  maestro, no hay  que  olvidar  que  el  tiempo  es  lo único  que  separa  al  maestro  del alumno, de  manera  que  la  diferencia  entre  ellos  es, por definición,  temporal. Es  posible  que  a algunos  alumnos  les  sea  más  útil  leer  primero  el  manual.  A  otros  les  puede  resultar mejor empezar con  el  libro  de  ejercicios.  Y  todavía  habrá  otros  que  quizá  necesiten empezar  en el  nivel  más abstracto que  ofrece  el  texto. 

2. ¿Qué  es  mejor para  unos  y qué  es  mejor  para  otros?  ¿Quién  sacaría  mayor provecho  de  rezar solamente?  ¿Quién necesita  tan sólo una  sonrisa,  al  no estar  aún listo  para  nada  más?  Nadie  debe tratar de  responder a  estas  preguntas  por su cuenta.  Es  indudable  que  ningún maestro de  Dios  ha llegado hasta  este  punto  sin haberse  dado cuenta  de  esto. El  programa  de  estudios  es  sumamente individualizado, y todos sus aspectos están bajo el cuidado y la dirección especial del Espíritu Santo. Pregunta y Él te contestará. Ésa es Su responsabilidad, y sólo Él está capacitado para asumirla. Responder es Su función. Dirigirle a Él tus preguntas es la tuya. ¿Querrías ser responsable de decisiones sobre cuyos antecedentes entiendes tan poco? Alégrate de tener un Maestro que no puede equivocarse. Sus respuestas son siempre acertadas. ¿Podrías tú decir lo mismo de las tuyas? 

3. Hay otra ventaja -y muy importante por cierto- en poner en manos del Espíritu Santo todas las decisiones cada vez más. Aunque su importancia es obvia, tal vez no hayas pensado en este aspecto: seguir las directrices del Espíritu Santo es permitirte a ti mismo quedar absuelto de toda culpa. Es la esencia de la Expiación. El núcleo central del programa de estudios. La imaginaria usurpación de funciones que no te corresponden es la causa del miedo. El mundo que ves refleja la ilusión de que has usurpado una función que no te corresponde, haciendo que el miedo sea algo inevitable. Devolver dicha función a Quien le corresponde es, por lo tanto, la manera de escapar del miedo. Y esto es lo que hace posible que el recuerdo del amor retorne a ti. No pienses, entonces, que necesitas seguir la dirección del Espíritu Santo sólo por razón de tus propias insuficiencias. Necesitas seguirlas porque es la manera de escaparte del infierno. 

4. He aquí de nuevo la paradoja a la que frecuentemente se hace referencia en el curso. Decir: "No puedo hacer nada por mí cuenta", es ganar todo poder. Esto, sin embargo, no es más que una aparente paradoja. Tal como Dios te creó, dispones de todo poder. La imagen que has forjado de ti mismo no tiene ninguno. El Espíritu Santo conoce la verdad acerca de ti. La imagen que tú has forjado, no. Sin embargo, a pesar de su obvia y absoluta ignorancia, dicha imagen asume que lo sabe todo porque tú le has infundido esa creencia. Eso es lo que enseñas y lo que enseña el mundo que se fabricó para perpetuar su existencia. Mas el Maestro que conoce la verdad no se ha olvidado de la verdad. Sus decisiones benefician a todos por igual al estar totalmente desprovistas de ataque. Y son, por lo tanto, incapaces de generar culpabilidad. 

5. Aquel que asume un poder que no posee se está engañando a sí mismo. Sin embargo, aceptar el poder que Dios le ha dado, no es sino reconocer a su Creador y aceptar Sus dones. Y Sus dones no tienen límite. Pedirle al Espíritu Santo que decida por ti es simplemente aceptar tu verdadera herencia. ¿Quiere esto decir que no puedes decir nada sin consultárselo a Él? ¡Por supuesto que no! Eso no sería en modo alguno práctico, y el enfoque de este curso es primordialmente práctico. Si has formado el hábito de pedir ayuda en toda circunstancia o situación, puedes estar seguro de que te dará sabiduría cuando la necesites. Prepárate para ello cada mañana; recuerda a Dios cuantas veces puedas a lo largo del día; pídele ayuda al Espíritu Santo siempre que te sea posible, y por la noche, dale las gracias por Sus consejos. Tu confianza estará ciertamente bien fundada. 

6. Nunca olvides que el Espíritu Santo no depende de tus palabras. Él comprende las peticiones de tu corazón, y las colma. ¿Quiere esto decir que mientras te siga atrayendo el ataque Él te responderá con maldad? Por supuesto que no. Dios le ha dado el poder de traducir las oraciones de tu corazón a Su lenguaje. El Espíritu Santo comprende que un ataque es una petición de ayuda, y, consecuentemente, responde ofreciendo ayuda. Dios sería cruel si permitiese que tus palabras reemplazasen a las Suyas. Un padre amoroso no deja que su hijo se lastime ni que se destruya a sí mismo. El hijo podrá pedir lo que le haría daño, pero aun así su padre lo protege. ¿Y no ama tu Padre a Su Hijo muchísimo más que eso? 

7. Recuerda que tú eres Su compleción y Su Amor. Recuerda que tu debilidad es Su fortaleza. Pero no interpretes esto a la ligera o erróneamente. Si Su fortaleza está en ti, lo que percibes como tu debilidad no es más que una ilusión. Y Él te ha proporcionado los medios para probarlo. Pídele todo a Su Maestro y todo se te dará. No en el futuro, sino inmediatamente: ahora mismo. Dios no espera, pues esperar comporta tiempo y Él es intemporal. Olvida tus absurdas imágenes, tu sensación de debilidad y el temor a ser herido, tus sueños de peligro y todas tus "malas acciones". Dios conoce sólo a Su Hijo, quien sigue siendo exactamente tal como fue creado. Yo te pongo en Sus Manos con plena confianza, y doy gracias por ti de que así sea. 

8. Y ahora, bendito seas en todo lo que hagas. Dios te pide ayuda para salvar el mundo. Maestro de Dios, Él te ofrece Su gratitud y el mundo entero queda en silencio ante la gracia del Padre que traes contigo. Tú eres el Hijo que Él ama, y te es dado ser el medio a través del cual Su Voz se oye por todo el mundo, para poner fin a todo lo temporal, para acabar con la visión de todo lo visible y para des-hacer todas las cosas cambiantes. A través de ti se anuncia un mundo que, aunque no se ve ni se oye, está realmente ahí. Santo eres, y en tu luz el mundo refleja tu santidad, pues no estás solo y sin amigos. Doy gracias por ti y me uno a tus esfuerzos en Nombre de Dios, sabiendo que también lo son en mi nombre y en el nombre de todos aquellos que junto conmigo se dirigen hacia Dios. AMÉN.