lunes, 28 de enero de 2019

Lección 40. Soy bendito por ser un Hijo de Dios


*Lección 40. Soy bendito por ser un Hijo de Dios*

1. Comenzamos  hoy a  afirmar  algunas  de  las  bienaventuranzas  a  las  que  tienes  derecho  por ser quien  eres. Hoy no se  requieren  largas  sesiones  de  práctica,  sino muchas  cortas  y frecuentes. Lo ideal  sería  una  cada  diez  minutos, y se  te  exhorta  a  que  trates  de  mantener  este  horario  y a  adherirte a  él  siempre  que  puedas. Si  te  olvidas,  trata  de  nuevo. Si  hay  largas  interrupciones, trata  de  nuevo. Siempre  que  te  acuerdes, trata  de  nuevo. 

2. No es  preciso que  cierres  los  ojos  durante  los  ejercicios, aunque  probablemente  te  resultará beneficioso hacerlo. Mas  puede  que  durante  el  día  te  encuentres  en  situaciones  en las  que  no puedas cerrar los  ojos. No obstante,  no dejes  de  hacer la  sesión  por eso. Puedes  practicar muy bien  en cualquier  circunstancia,  si  realmente  deseas  hacerlo. 

3. Los  ejercicios  de  hoy no requieren ningún  esfuerzo ni  mucho  tiempo. Repite  la  idea  de  hoy y luego  añade  varios  de  los  atributos  que  asocias  con ser un Hijo de  Dios, aplicándotelos  a  ti  mismo. Una  sesión de  práctica, por ejemplo,  podría  consistir  en lo siguiente:  Soy bendito por ser un Hijo  de Dios. Soy feliz  y estoy en paz;  soy amoroso y estoy contento.  Otra  podría  ser, por ejemplo:  Soy bendito por ser un Hijo de  Dios. Estoy  calmado y sereno;  me  siento  seguro y confiado.  Si  sólo dispones  de  un momento,  basta  con que  simplemente  te  digas  a  ti  mismo que  eres  bendito  por ser un Hijo  de  Dios. 


~Lección 40 UCDM:
''Soy bendito por ser un hijo de Dios''


*Comentario:


La lección de hoy afirma con claridad que somos benditos por ser hijos de Dios, o lo que es lo mismo, tu valía no la establece el mundo de la forma, porqué tu valía la estableció Dios. Si entendieramos esto, nos acercariamos un poco más hacía lo que realmente somos. Una persona que está tremendamente perdida por la vida, que constantemente se identifica con el ego es igual de bendita que una persona que respecte las normas sociales. Que una persona esté muy perdida, no significa que no haya esperanza en ella, pues en toda alma está Dios en su interior, la voz del Espíritu Santo en estas personas puede ser muy débil al identificarse plenamente con el ego y su mente reactiva, pero no significa que Dios vaya a abandonarle.

En esta lección se nos trata de de decir que eres bendito porqué eres Hijo de Dios, no estás separado de él, aunque tu sistema de pensamiento crea lo contrario.

Imagina que los 7 mil millones de seres que somos en en planeta, como si fueramos partes de un átomo enorme (que sería La Tierra) que se compone de neutrones (las personas neutras), protones (las personas positivas) y electrones (las personas negativas). Todas estas partes forman el átomo y sin todos ellos, no estaría completo. Así somos los Hijos de Dios, partes de átomos muy diferentes entre nosotros mismos, pero con la misma valía. Cada persona ha tenido sus aprendizajes en el mundo de la forma, las leyes sociales y de la razón; no podemos ponernos en la piel de todos nuestros Hermanos para saber como se sienten y qué nivel de consciencia tienen, así que lo único que podemos es no juzgarlos y amarlos tal y como son, una parte más del Universo.

Así pues, con este ejemplo, quiero ilustrar la lección de hoy para que sea más entendible, que todos somos benditos por ser partes de la mente única o mente de Dios.

~Comentario: Edgar Doménech Macías.
~Vídeo de la lección: Pepe Montañana Ortiz.


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