domingo, 6 de enero de 2019

Lección 14. Dios no creó un mundo sin significado


*Lección 14. Dios no creó un mundo sin significado*

1. La  idea  de  hoy es  obviamente  la  razón  de  que  sea  imposible  que  haya  un mundo  que  no tenga significado. Lo  que  Dios  no creó no existe.  Y  todo lo que  existe, existe  tal  como  Él  lo  creó. El mundo  que  ves  no tiene  nada  que  ver con la  realidad. Es  tu  propia  obra, y no existe. 

2. Los  ejercicios  de  hoy deben  practicarse  con  los  ojos  cerrados  todo el  tiempo. El  período de búsqueda  mental  debe  ser corto,  a  lo  sumo  un minuto.  No lleves  a  cabo  más  de  tres  sesiones  de práctica  con la  idea  de  hoy a  menos  que  te  sientas  a  gusto haciéndolas. De  ser así, es  porque realmente  entiendes  su propósito. 

3. La  idea  de  hoy es  un paso más  en el  proceso de  aprender a  abandonar los  pensamientos  que  le  has adscrito al  mundo, y a  ver  en su lugar la  Palabra  de  Dios. Los  pasos  iniciales  de  este  intercambio,  al que  verdaderamente  se  le  puede  llamar salvación, pueden  ser bastante  difíciles  e  incluso dolorosos. Algunos  de  ellos  te  conducirán directamente  al  miedo.  Mas  no se  te  dejará  ahí. Irás  mucho  más  allá de  él, pues  es  hacia  la  paz  y seguridad  perfectas  adonde  nos  encaminamos. 

4. Piensa,  mientras  mantienes  los  ojos  cerrados,  en todos  los  horrores  del  mundo  que  te  vengan  a  la mente. Nombra  cada  uno de  ellos  a  medida  que  se  te  ocurra,  e  inmediatamente  niega  su realidad. Dios  no lo creó,  y, por lo tanto, no es  real.  Di, por ejemplo:  Dios  no creó  esa  guerra,  por lo tanto,  no es  real. Dios  no creó ese  accidente  de  aviación,  por lo tanto, no es  real.  Dios  no creó [especifica  el desastre],  por lo tanto,  no es  real. 

5. Entre  los  temas  adecuados  para  la  aplicación  de  la  idea  de  hoy se  puede  incluir,  asimismo, todo aquello que  temas  te  pueda  ocurrir a  ti, o a  cualquier  persona  por la  que  estés  preocupado.  Nombra en  cada  caso el  "desastre" en  cuestión  muy concretamente. No uses  términos  abstractos. Por ejemplo,  no digas:  "Dios  no creó  las  enfermedades", sino "Dios  no creó el  cáncer",  o los  ataques cardíacos, o lo  que  sea  que  te  cause  temor. 

6. Eso que  estás  contemplando es  tu  repertorio  personal  de  horrores. Esas  cosas  son parte  del  mundo que  ves.  Algunas  de  ellas  son ilusiones  que  compartes  con  los  demás, y otras  son parte  de  tu infierno personal.  Eso no importa.  Lo que  Dios  no creó  sólo  puede  estar  en tu propia  mente, separada  de  la  Suya. Por lo tanto,  no tiene  significado. En reconocimiento  de  este  hecho, concluye las  sesiones  de  práctica  repitiendo  la  idea  de  hoy:  Dios  no creó  un mundo sin significado. 

7. Por supuesto, la  idea  de  hoy puede  aplicarse, aparte  de  las  sesiones  de  práctica,  a  cualquier cosa que  te  perturbe  a  lo  largo  del  día. Sé  muy específico  al  aplicarla. Di:  Dios  no creó  un mundo sin significado. No creó  [especifica  la  situación  que  te  esté  perturbando], por lo tanto, no es  real. 


~Lección 14 UCDM:
''Dios no creo un mundo sin significado''.

*Comentario:

En esta lección se nos dice que Dios no creó un mundo sin significado, porqué Dios creó el Reino de los Cielos, aquello que está dentro de nosotros mismos y que no hay que buscar afuera. 
El Reino de los Cielos es Amor y el Curso nos habla de estas dos cosas.

Este Curso no pretende enseñar el significado del amor, pues eso está más allá de lo que se puede enseñar. Pretende, no obstante, despejar los obstáculos que te impiden experimentar la presencia del amor, el cual es tu herencia natural. 
-T.In.6-7.

Un Curso de Milagros es una gran enseñanza. Cuando el curso habla de tu herencia natural, está hablando nada menos que del Reino de Dios. Dios te regalo el Cielo. No tienes que ganártelo. Si alguien te da un regalo, ¿tienes que sufrir y sacrificarte para que sea tuyo? La conciencia de la presencia del amor es la conciencia de que el Cielo está aquí ahora. No obstante, aunque no tengas que ganártelo, tienes que despertar a él.

En el evangelio de Tomás, escrito hace 2000 años, puedes ver que los discípulos se acercaban a Jesús y le preguntaban:
- ¿Cuándo llegará el Reino?
Y Jesús dijo:
- No vendrá por estar esperándolo. No te dirá: ¡Hola, estoy aquí! O ¡Hola estoy allá! Más bien, el reino del Padre está extendido sobre la tierra, y la gente no lo ve.

No es que el Reino no esté aquí; simplemente está fuera de la conciencia de la gente. Deshacer el ego retirar los obstáculos que impiden tomar conciencia de su presencia. Cuando deshaces el Ego con el perdón, y esto se hace siempre en el nivel de la mente, los obstáculos se retiran y el Cielo, lentamente pero de manera segura, se convierte en tu realidad. Este es el planteamiento que nos ofrecen Un Curso de Milagros y es su potencial. 

En los dos siguientes párrafos se menciona la voz del Espíritu santo. Puedes ver el nivel de profundidad al que el Espíritu Santo está trabajando contigo:

Tú eres el soñador del mundo de los sueños. Éste no tiene ninguna otra causa, ni la tendrá jamás. Todo lo que aterrorizó al Hijo de Dios y le hizo pensar que había perdido su inocencia, repudiado a su Padre y entrado en guerra consigo mismo no es más que un sueño fútil. Mas ese sueño es tan temible y tan real en apariencia, que él no podría despertar a la realidad sin verse 
inundado por el frío sudor del terror y sin dar gritos de pánico, a menos que un sueño más dulce precediese su despertar y permitiese que su mente se calmara para poder acoger -no temer- la Voz 
que con amor lo llama a despertar; un sueño más dulce, en el que su sufrimiento cesa y en el que su 
hermano es su amigo. Dios dispuso que su despertar fuese dulce y jubiloso, y le proporcionó los 
medios para que pudiese despertar sin miedo. 
- T27.VII.13:1-5.

Acepta el sueño que Él te dio en lugar del tuyo. No es difícil cambiar un sueño una vez que se ha identificado al soñador. Descansa en el Espíritu Santo, y permite que Sus dulces sueños reemplacen a los que soñaste aterrorizado, temiéndole a la muerte. El Espíritu Santo te brinda sueños de perdón, en los que la elección no es entre quién es el asesino y quién la víctima. Los sueños que Él te ofrece no son de asesinatos ni de muerte. El sueño de culpabilidad está desapareciendo de tu vista, aunque tus ojos están cerrados. Una sonrisa ha venido a iluminar tu rostro durmiente. Duermes apaciblemente ahora, pues éstos son sueños felices. 
- T27.VII.14:1-8.

Despertemos hoy del sueño, identifiquemos al soñador y encontremos el Reino de los Cielos dentro de nosotros mismos, porque Dios no creó un mundo sin significado, creó el Cielo que es nuestro estado de conciencia más elevado.

Como decía Buda:
''El Cielo y el Infierno son estados de conciencia''.

Quedemonos pues con el Cielo y el Amor, pues son nuestra herencia natural.

~Comentario: Edgar Doménech Macías.


~Vídeo lectura profunda de la lección: Arantxa Carrera Salas - Matriz del Cambio.

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