lunes, 25 de noviembre de 2019

Lección 361-365. Te entrego este instante santo. Sé Tú Quien dirige, pues quiero simplemente seguirte, seguro de que Tu dirección me brindará paz


*LECCIONES FINALES* 

*Introducción* 

1. En nuestras lecciones finales utilizaremos la mínima cantidad de palabras posible. Tan sólo las utilizaremos al principio de nuestras prácticas, y únicamente para que nos recuerden que lo que buscamos es ir más allá de ellas. Dirijámonos a Aquel que nos guía en nuestro camino y que imparte seguridad a nuestros pasos. En Sus manos dejamos estas lecciones, y de aquí en adelante le entregamos también nuestras vidas. Pues no queremos volver a creer en el pecado, que fue lo que hizo que el mundo pareciese un lugar feo e inseguro, hostil y destructor, peligroso desde cualquier punto de vista, y traicionero más allá de cualquier esperanza de poder tener confianza o de escapar del dolor. 

2. El suyo es el único camino para hallar la paz que Dios nos ha dado. Su camino es el que todo el mundo tiene que recorrer al final, pues éste es el final que Dios Mismo dispuso. En el sueño del tiempo este final parece ser algo muy remoto. Sin embargo, en verdad ya está aquí, como un amable guía que nos indica qué camino tomar. Marchemos juntos por el camino que la verdad nos señala. Y seamos los líderes de los muchos hermanos que andan en busca del camino, pero que no lo encuentran. 

3. Consagremos nuestras mentes a este propósito, poniendo todos nuestros pensamientos al servicio de la salvación. La meta que se nos ha asignado es la de perdonar al mundo. Ésa es la función que Dios nos ha encomendado. Y lo que buscamos es el final del sueño, no como nosotros queremos que dicho final sea, sino como lo quiere Dios. Pues no podremos sino reconocer que todo aquello que perdonamos es parte de Dios Mismo. Y así, Su recuerdo se reinstaurará en nosotros completamente y en su totalidad. 

4. Nuestra función es recordarlo a Él aquí en la tierra, tal como se nos ha dado ser Su Propia compleción en la realidad. No nos olvidemos, por lo tanto, de que nuestro objetivo es uno que compartimos, pues en ese recordar es donde radica el recuerdo de Dios y lo que nos señala el camino que conduce hasta Él y hasta el Remanso de Su paz. ¿Cómo no vamos a perdonar a nuestro hermano, que es quien nos puede ofrecer esto? Él es el camino, la verdad y la vida que nos muestra el sendero. En él reside la salvación, que se nos ofrece a través del perdón que le concedemos. 

5. No terminaremos este año sin el regalo que nuestro Padre le prometió a Su santo Hijo. Hemos sido perdonados. Y nos encontramos a salvo de toda la ira que le atribuíamos a Dios y que después descubrimos no era más que un sueño. Se nos ha restituido la cordura, en la que comprendemos que la ira es una locura, el ataque algo demente y la venganza una mera fantasía pueril. Nos hemos salvado de la ira porque nos dimos cuenta de que estábamos equivocados. Eso es todo. ¿Y se encolerizaría un padre con su hijo porque éste no hubiese comprendido la verdad? 

6. Venimos a Dios y con honestidad le decimos que no habíamos entendido, y le pedimos que nos ayude a aprender Sus lecciones a través de la Voz del Maestro que Él Mismo nos dio. ¿E iba Dios acaso a hacerle daño a Su Hijo? ¿O bien se apresuraría a contestar de inmediato, diciendo: "Éste es Mi Hijo, y todo lo que tengo le pertenece"? Ten por seguro que así es como responderá, pues éstas son Sus Propias Palabras para ti. Y nadie podrá jamás tener más que esto, pues en esas Palabras yace todo lo que existe y todo lo que jamás existirá por los siglos de los siglos, así como en la eternidad.

*Lección 361-365.  Te  entrego  este instante santo. Sé  Tú Quien dirige, pues  quiero simplemente  seguirte, seguro  de que  Tu  dirección me brindará  paz*

1.  Y  si  necesito una  palabra  de  aliento, Él  me  la  dará. Si  necesito  un pensamiento, Él  me  lo  dará también.  Y  si  lo  que  necesito es  quietud  y una  mente  receptiva  y serena, ésos  serán los  regalos  que de  Él  recibiré.  Él  está  a  cargo a  petición mía.  Y  me  oirá  y contestará  porque  Él  habla  en Nombre  de Dios  mi  Padre  y de  Su santo Hijo. 

Lección 360. Que la paz sea conmigo, el santo Hijo de Dios. Que la paz sea con mi hermano, que es uno conmigo. Y que a través nuestro, el mundo sea bendecido con paz


*Lección 360. Que la paz sea conmigo, el  santo Hijo de Dios.  Que la paz sea con mi  hermano, que es  uno conmigo.  Y  que a través  nuestro, el  mundo sea bendecido con paz*

1. Padre,  Tu paz  es  lo que  quiero  dar, al  haberla  recibido de  Ti.  Yo Soy  Tu Hijo,  eternamente  como Tú  me  creaste, pues  los  Grandes  Rayos  permanecen en  mí  por siempre  serenos  e  imperturbables. Quiero  llegar  a  ellos  en silencio  y con certeza,  pues  en ninguna  otra  parte  se  puede  hallar  certeza. Que  la  paz  sea  conmigo, así  como con el  mundo. En  la  santidad fuimos  creados  y en la  santidad seguimos.  En  Tu  Hijo, al  igual  que  en  Ti, no hay mancha  alguna  de  pecado.  Y  con este  pensamiento decimos  felizmente  "Amén". 

Lección 359. La respuesta de Dios es alguna forma de paz. Todo dolor sana, toda aflicción queda reemplazada por la dicha. Las puertas de la prisión se abren. Y se comprende que todo pecado no es más que un simple error


*Lección 359. La respuesta  de Dios  es  alguna forma de paz.  Todo dolor  sana, toda aflicción queda reemplazada por  la dicha. Las  puertas  de la prisión se  abren.  Y se  comprende que todo pecado no es  más  que un simple error*

1. Padre,  hoy vamos  a  perdonar  Tu mundo  y a  dejar  que  la  creación  sea  Tuya. Hemos  entendido todas  las  cosas  erróneamente.  Pero no hemos  podido convertir a  los  santos  Hijos  de  Dios  en pecadores. Lo que  Tú  creaste  libre  de  pecado  ha  de  permanecer  así  por siempre  jamás.  Ésa  es nuestra  condición.  Y  nos  regocijamos  al  darnos  cuenta  de  que  los  errores  que  hemos  cometido  no tienen efectos  reales  sobre  nosotros. El  pecado  es  imposible, y en este  hecho descansa  el  perdón sobre  una  base  mucho más  sólida  que  el  mundo de  sombras  que  vemos.  Ayúdanos a perdonar, pues queremos ser redimidos. Ayúdanos a perdonar, pues queremos estar en paz. 

Lección 358. Ninguna invocación a Dios puede dejar de ser oída o no recibir respuesta. Y de esto puedo estar seguro: Su respuesta es la única que realmente deseo


*Lección 358. Ninguna invocación a Dios  puede  dejar  de ser  oída o no recibir respuesta.  Y  de esto puedo estar  seguro:  Su respuesta es  la única  que realmente deseo*

1.  Tú que  recuerdas  lo  que  realmente  soy, eres  el  único que  recuerda  lo  que  realmente  deseo. Hablas en  Nombre  de  Dios, y, por lo tanto, hablas  en mi  nombre.  Y  lo que  me  concedes  procede  de  Dios Mismo.  Tu  Voz, entonces, Padre  mío,  es  mía  también, y lo  único que  quiero es  lo que  Tú  me ofreces, en la  forma  exacta  en  que  Tú eliges  que  yo lo reciba.  Permíteme  recordar todo lo  que  no sé, y deja  que  mi  voz  se  acalle,  mientras  lo recuerdo.  Y  no dejes  que  me  olvide  de  Tu  Amor ni  de  Tu cuidado, antes  bien, ayúdame  a  mantener  siempre  presente  en mi  conciencia  la  promesa  que  le hiciste  a  Tu  Hijo. No dejes  que  olvide  que  mi  ser no es  nada, pero  que  mi  Ser lo es  todo. 

Lección 357. La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella misma


*Lección 357. La verdad contesta toda invocación que le hacemos a Dios, respondiendo en primer lugar con milagros, y retornando luego a nosotros para ser ella misma*

1. El perdón -el reflejo de la verdad- me enseña cómo ofrecer milagros y así escapar de la prisión en la que creo vivir. Tu santo Hijo me es señalado, primero en mi hermano, y después en mí. Tu Voz me enseña con gran paciencia a oír Tu Palabra y a dar tal como recibo. Y conforme contemplo a Tu Hijo hoy, oigo Tu Voz indicándome la manera de llegar a Ti, tal como Tú dispusiste que ésta debía ser. "Contempla su impecabilidad y sé curado". 

Lección 356. La enfermedad no es sino otro nombre para el pecado. La curación no es sino otro nombre para Dios. El milagro es, por lo tanto, una invocación que se le hace a Él


*Lección 356. La enfermedad no es  sino otro  nombre  para  el  pecado. La curación no es  sino otro nombre para Dios.  El  milagro es,  por  lo tanto, una invocación  que se  le hace a Él*

1. Padre,  prometiste  que  jamás  dejarías  de  contestar  cualquier  petición que  Tu  Hijo pudiese  hacerte. No importa  dónde  esté,  cuál  parezca  ser su problema  o en qué  crea  haberse  convertido.  Él  es  Tu Hijo,  y  Tú  le  contestarás. El  milagro es  un reflejo de  Tu  Amor, y, por lo tanto, es  la  contestación que él  recibe.  Tu  Nombre  reemplaza  a  todo  pensamiento  de  pecado,  y aquel  que  es  inocente  jamás puede  sufrir  dolor alguno.  Tu  Nombre  es  la  respuesta  que  le  das  a  Tu  Hijo porque  al  invocar  Tu Nombre  él  invoca  el  suyo propio. 

Lección 355. La paz, la dicha y los milagros que otorgaré cuando acepte la Palabra de Dios son ilimitados. ¿Por qué no aceptarla hoy?


*Lección 355. La paz, la dicha y los  milagros  que otorgaré  cuando acepte la Palabra de Dios  son  ilimitados.  ¿Por  qué  no aceptarla hoy?*

1. ¿Por qué  debo esperar, Padre  mío, para  recibir  la  dicha  que  Tú  me  prometiste?  Pues  Tú mantendrás  Tu Palabra, que  le  diste  a  Tu  Hijo en el  exilio.  Estoy seguro de  que  mi  tesoro  me aguarda  y de  que  sólo  tengo que  extender la  mano  para  encontrarlo.  Incluso ahora  mismo  mis  dedos ya  lo están tocando. Está  muy cerca. No es  necesario  que  espere  ni  un instante  más  para  estar en paz para  siempre.  Es  a  Ti  a  Quien  elijo,  y a  mi  Identidad  junto  Contigo.  Tu  Hijo quiere  ser él  mismo, y reconocerte  como su Padre  y Creador, así  como  su  Amor. 

Lección 354. Cristo y yo nos encontramos unidos en paz y seguros de nuestro propósito. Su Creador reside en Él, tal como Él reside en mi


*Lección 354. Cristo y yo nos encontramos unidos en paz y seguros de nuestro propósito. Su Creador reside en Él, tal como Él reside en mi*

1. Mi unidad con el Cristo me establece como Tu Hijo, más allá del alcance del tiempo y libre de toda ley, salvo de la Tuya. No tengo otro ser que el Cristo que vive en mí. No tengo otro propósito que el Suyo. Y Él es como Su Padre. Por lo tanto, no puedo sino ser uno Contigo, así como con Él. Pues, ¿quién es Cristo sino Tu Hijo tal como Tú lo creaste? ¿Y qué soy yo sino el Cristo en mí? 

Lección 353. Mis ojos, mi boca, mis manos y mis pies tienen hoy un solo propósito: estar al servicio de Cristo a fin de que Él pueda utilizarlos para bendecir al mundo con milagros


*Lección 353. Mis  ojos,  mi  boca, mis  manos  y mis  pies  tienen hoy un solo propósito:  estar  al  servicio  de Cristo a fin de que Él  pueda utilizarlos  para bendecir  al  mundo con milagros*

1. Padre,  hoy le  entrego  a  Cristo  todo lo que  es  mío para  que  Él  lo  utilice  de  la  manera  que  sea  más beneficiosa  para  el  propósito que  comparto con  Él. Nada  es  exclusivamente  mío, pues  Él  y yo nos hemos  unido en un propósito común. De  este  modo,  el  aprendizaje  casi  ha  llegado a  su señalado final. Por un tiempo colaboraré  con Él  en  el  logro  de  Su propósito.  Luego  me  fundiré  en mi Identidad y reconoceré  que  Cristo no es  sino mi  Ser. 

Lección 352. Los juicios son lo opuesto al amor. De los juicios procede todo el dolor del mundo, y del amor, la paz de Dios

 

*Lección 352. Los  juicios  son lo opuesto al  amor.  De los  juicios  procede todo el dolor  del  mundo, y del  amor, la paz de Dios*

1. El  perdón ve  sólo impecabilidad, y no juzga.  Ésta  es  la  manera  de  llegar  a  Ti.  Los  juicios  me vendan  los  ojos  y me  ciegan. El  amor,  que  aquí  se  refleja  en forma  de  perdón, me  recuerda,  por otra parte, que  Tú me  has  proporcionado  un camino  para  volver a  encontrar  Tu paz.  Soy redimido cuando  elijo seguir ese  camino.  Tú  no me  has  dejado desamparado. Dentro de  mí  yace  Tu  recuerdo, así  como Uno que  me  conduce  hasta  él. Padre,  hoy quiero oír  Tu  Voz  y encontrar  Tu  paz. Pues quiero  amar  mi  propia  Identidad y encontrar en Ella  el  recuerdo de  Ti. 

Lección 351. Mi hermano impecable es mi guía a la paz. Mi hermano pecador es mi guía al dolor. Y el que elija ver será el que contemplaré


*Lección 351. Mi hermano impecable es mi guía a la paz. Mi hermano pecador es mi guía al dolor. Y el que elija ver será el que contemplaré*

1. ¿Quién es mí hermano sino Tu santo Hijo? Mas si veo pecado en él proclamo que soy un pecador, en vez de un Hijo de Dios, y que me encuentro solo y sin amigos en un mundo aterrante. Mas percibirme de esa manera es una decisión que yo mismo he tomado y puedo, por consiguiente, volverme atrás. Puedo asimismo ver a mi hermano exento de pecado, y como Tu santo Hijo. Y si ésta es la alternativa por la que me decido, veo mi impecabilidad, a mi eterno Consolador y Amigo junto a mí, y el camino libre y despejado. Elige, pues, por mí, Padre mío, a través de Aquel que habla por Ti. Pues sólo Él juzga en Tu Nombre. 

sábado, 23 de noviembre de 2019

Lección 350. Los milagros son un reflejo del eterno Amor de Dios. Ofrecerlos es recordarlo a Él, y mediante Su recuerdo, salvar al mundo


*Lección 350. Los milagros son un reflejo del eterno Amor de Dios. Ofrecerlos es recordarlo a Él, y mediante Su recuerdo, salvar al mundo*

1. Lo  que  perdonamos  se  vuelve  parte  de  nosotros, tal  como nos  percibimos  a  nosotros  mismos.  Tal como tú creaste a Tu Hijo, él encierra dentro de sí todas las cosas. El que yo Te pueda recordar depende de que lo perdone a él. Lo que él es no se ve afectado por sus pensamientos. Pero lo que contempla es el resultado directo de ellos. Así pues, Padre mío, quiero ampararme en Ti. Sólo Tu recuerdo me liberará. Y sólo perdonando puedo aprender a dejar que Tu recuerdo vuelva a mí, y a ofrecérselo al mundo con agradecimiento. 

2. Y a medida que hagamos acopio de Sus milagros, estaremos en verdad agradecidos. Pues conforme lo recordemos, Su Hijo nos será restituido en la realidad del Amor. 

Lección 349. Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mi, y que, en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor


*Lección 349. Hoy dejo que la visión de Cristo contemple todas las cosas por mi, y que, en lugar de juzgarlas, les conceda a cada una un milagro de amor*

1. Así quiero liberar todas las cosas que veo, concediéndoles la libertad que busco. De esta manera, obedezco la ley del amor, dando lo que quiero encontrar y hacer mío. Ello se me dará, porque lo he elegido como el regalo que quiero dar. Padre, Tus regalos son míos. Cada regalo que acepto me concede un milagro que puedo dar. Y al dar tal como quiero recibir, comprendo que Tus milagros de curación me pertenecen. 

2. Nuestro Padre conoce nuestras necesidades, y nos concede la gracia para satisfacerlas todas. Y así, confiamos en que Él nos enviará milagros para bendecir al mundo y sanar nuestras mentes según regresamos a Él. 

Lección 348. Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba


*Lección 348. Ni mi ira ni mi temor tienen razón de ser, pues Tú me rodeas. Y Tu gracia me basta para satisfacer cualquier necesidad que yo perciba*

1. Padre, déjame recordar que Tú estás aquí y que no estoy Solo. Pues estoy rodeado de un Amor imperecedero. No hay razón para nada, excepto para la paz y alegría perfectas que comparto Contigo. ¿Qué necesidad tengo de ira o de temor, cuando lo único que me rodea es la seguridad perfecta? ¿Cómo puedo sentir miedo cuando la eterna promesa que me hiciste jamás se aparta de mí? Estoy rodeado de perfecta impecabilidad. ¿Qué puedo temer, cuando la santidad en la que Tú me creaste es tan perfecta como la Tuya Propia? 

2. La gracia de Dios nos basta para hacer todo lo que Él quiere que hagamos. Y eso es lo único que elegimos como nuestra voluntad, así como la Suya. 

Lección 347. La ira procede de los juicios. Y los juicios son el arma que utilizo contra mi mismo a fin de mantener el milagro alejado de mi


*Lección 347. La ira procede de los juicios. Y los juicios son el arma que utilizo contra mi mismo a fin de mantener el milagro alejado de mi*

1. Padre, deseo lo que va en contra de mi voluntad, y no lo que es mi voluntad tener. Rectifica mi mente, Padre mío, pues está enferma. Pero Tú has ofrecido libertad, y yo elijo reclamar Tu regalo hoy. Y así, le entrego todo juicio a Aquel que Tú me diste para que juzgara por mí. Él ve lo que yo contemplo, sin embargo, conoce la verdad. Él ve el dolor, mas comprende que no es real, y a la luz de Su entendimiento éste sana. Él concede los milagros que mis sueños quieren ocultar de mi conciencia. Que sea Él Quien juzgue hoy. No conozco mi voluntad, pero Él está seguro de que es la Tuya. Y hablará en mi nombre e invocará Tus milagros para que vengan a mí. 

2. Escucha hoy. Permanece muy quedo, y oye la dulce Voz que habla por Dios asegurarte que Él te ha juzgado como el Hijo que Él ama. 

Lección 346. Hoy me envuelve la paz de Dios, y me olvido de todo excepto de Su Amor


*Lección 346. Hoy me envuelve  la paz  de Dios, y me olvido de todo excepto de Su Amor*

1. Padre,  al  despertar  hoy los  milagros  corrigen  mi  percepción  de  todas  las  cosas.  Y  así  comienza  el día que voy a compartir Contigo tal como compartiré la eternidad, pues el tiempo se ha hecho a un lado hoy. No ando en pos de cosas temporales, por lo tanto, ni siquiera las veré. Lo que hoy busco transciende todas las leyes del tiempo, así como las cosas que se perciben en él. Quiero olvidarme de todo excepto de Tu Amor. Quiero morar en Ti y no saber nada de ninguna otra ley que no sea Tu ley del amor. Quiero encontrar la paz que Tú creaste para Tu Hijo, y olvidarme, conforme contemplo Tu gloria y la mía, de todos los absurdos juguetes que fabriqué. 

2. Y al llegar la noche, recordaremos únicamente la paz de Dios. Pues hoy veremos qué clase de paz es la nuestra, cuando nos olvidamos de todo excepto del Amor de Dios. 

Lección 345. Hoy sólo ofrezco milagros, pues quiero que retornen a mi


*Lección 345. Hoy sólo ofrezco  milagros, pues  quiero que retornen a mi*

1. Padre,  todo milagro es  un reflejo de  los  regalos  que  me  haces  a  mí,  Tu  Hijo.  Y  cada  uno que concedo retorna  a  mí,  recordándome  que  la  ley  del  amor  es  universal. Incluso aquí, dicha  ley  se manifiesta  en una  forma  que  se  puede  reconocer,  y cuya  eficacia  puede  verificarse. Los  milagros que  concedo se  me  devuelven  en la  forma  que  más  me  puede  ayudar con  los  problemas  que  percibo. Padre,  en el  Cielo es  diferente,  pues  allí  no hay necesidades. Pero aquí  en la  tierra,  el  milagro se parece  más  a  tus  regalos  que  cualquier  otro regalo que  yo pueda  hacer.  Así  pues, déjame  hoy hacer solamente  este  regalo, que  al  haber nacido del  verdadero  perdón, ilumina  el  camino que  debo recorrer para  poder recordarte. 

2. Que  la  paz  sea  con  todos  los  corazones  que  la  buscan. La  luz  ha  venido a  ofrecer milagros  para bendecir a  este  mundo exhausto.  Éste  hallará  descanso hoy, pues  nosotros  ofreceremos  lo que hemos  recibido. 

Lección 344. Hoy aprendo la ley del amor: que lo que le doy a mi hermano es el regalo que me hago a mi mismo


*Lección 344. Hoy aprendo la ley del amor: que lo que le doy a mi hermano es el regalo que me hago a mi mismo*

1. Ésa es Tu ley, Padre mío, no la mía. Al no comprender lo que significaba dar, procuré quedarme con lo que deseaba sólo para mí. Y cuando contemplé el tesoro que creía tener, encontré un lugar vacío en el que nunca hubo nada, en el no hay nada ahora y en el que nada habrá jamás. ¿Quién puede compartir un sueño? ¿Y qué puede ofrecerme una ilusión? Pero aquel a quien perdone me agasajará con regalos mucho más valiosos que cualquier cosa que haya en la tierra. Permite que mis hermanos redimidos llenen mis arcas con los tesoros del Cielo, que son los únicos que son reales. Así se cumple la ley del amor. Y así es como Tu Hijo se eleva y regresa a Ti. 

2. ¡Qué cerca nos encontramos unos de otros en nuestro camino hacia Dios! ¡Qué cerca está Él de nosotros! ¡Qué cerca el final del sueño del pecado y la redención del Hijo de Dios! 

Lección 343. No se me pide que haga ningún sacrificio para encontrar la misericordia y la paz de Dios


*Lección 343. No se me pide que haga ningún sacrificio para encontrar  la misericordia y la paz de Dios*

1. El  final  del  sufrimiento  no puede  suponer una  pérdida. El  regalo  de  lo que  lo es  todo tan  sólo puede  aportar  ganancias.  Tú  sólo  das. Nunca  quitas.  Y  me  creaste  para  que  fuese  como  Tú, de  modo que  el  sacrificio  es  algo tan  imposible  para  mí  como  lo es  para  Ti.  Yo también no puedo sino dar.  Y así,  todas  las  cosas  me  son dadas  para  siempre.  Aún soy tal  como  fui  creado.  Tu  Hijo no puede hacer sacrificios, pues  es  íntegro,  al  ser su función  completarte  a  Ti. Soy íntegro por ser  Tu  Hijo. No puedo  perder, pues  sólo puedo dar,  y así, todo es  mío  eternamente.

2. La  misericordia  y la  paz  de  Dios  son gratuitas. La  salvación no cuesta  nada. Es  un regalo que  se debe  dar y recibir libremente.  Y  esto es  lo que  vamos  a  aprender  hoy. 

Lección 342. Dejo que el perdón descanse sobre todas las cosas, pues de ese modo es como se me concederá a mi


*Lección 342. Dejo que el perdón descanse  sobre todas las cosas, pues de ese modo es  como se me concederá a mi*

1.  Te  doy gracias, Padre, por el  plan que  ideaste  para  salvarme  del  infierno  que  yo mismo  fabriqué. No es  real.  Y  Tú me  has  proporcionado  los  medios  para  comprobar  su irrealidad.  Tengo la  llave  en mis  manos, y he  llegado hasta  las  puertas  tras  las  cuales  se  halla  el  fin  de  los  sueños. Me  encuentro ante las puertas del Cielo, sin saber si debo entrar y estar en casa. No dejes que hoy siga indeciso. Quiero perdonar todas las cosas y dejar que la creación sea tal como Tú quieres que sea y como es. Quiero recordar que soy Tu Hijo, y que cuando por fin abra las puertas, me olvide de las ilusiones ante la deslumbrante luz de la verdad, conforme Tu recuerdo retorna a mí. 

2. Hermano, perdóname ahora. Vengo a llevarte a casa conmigo. Y según avanzamos, el mundo se une a nosotros en nuestro camino a Dios. 

Lección 341. Tan sólo puedo atacar mi propia impecabilidad, que es lo único que me mantiene a salvo


*Lección 341. Tan  sólo puedo atacar mi  propia impecabilidad, que es lo único que me mantiene a salvo*

1. Padre,  Tu Hijo  es  santo.  Yo soy aquel  a  quien sonríes  con un amor y con una  ternura  tan entrañable,  profunda  y serena  que  el  universo te  devuelve  la  sonrisa  y comparte  Tu Santidad. Cuán puros  y santos  somos  y cuán a  salvo  nos  encontramos  nosotros  que  moramos  en  Tu  Sonrisa, y en quienes  has  volcado  todo  Tu  Amor;  nosotros  que  vivimos  unidos  a  Ti, en  completa  hermandad y Paternidad, y en  inocencia  tan  perfecta  que  el  Señor de  la  Inocencia  nos  concibe  como  Su Hijo:  un universo  de  Pensamiento  que  le  brinda  Su plenitud. 

2. No ataquemos, pues, nuestra  impecabilidad, ya  que  en ella  se  encuentra  la  Palabra  que  Dios  nos ha  dado.  Y  en  su benévolo reflejo nos  salvamos. 

Lección 340. Hoy puedo liberarme de todo sufrimiento


*Lección 340. Hoy puedo liberarme de todo sufrimiento*

1. Padre  te  doy las  gracias  por el  día  de  hoy y por la  libertad  que  estoy seguro me  ha  de  brindar. Hoy es  un día  santo, pues  hoy  Tu  Hijo será  redimido.  Su sufrimiento  ha  terminado. Pues  él  oirá  Tu  Voz exhortándole  a  que  busque  la  visión de  Cristo  a  través  del  perdón y se  libere  para  siempre  de  todo sufrimiento.  Gracias  por el  día  de  hoy,  Padre  mío.  Vine  a  este  mundo sólo para  llegar  a  tener este día,  así  como  la  alegría  y libertad que  encierra  para  Tu santo Hijo  y para  el  mundo que  él  fabricó,  el cual  hoy se  libera  junto  con él. 

2. ¡Regocíjate  hoy! ¡Regocíjate! Hoy no hay cabida  para  nada  que  no sea  alegría  y agradecimiento. Nuestro Padre ha redimido a Su Hijo en este día. Ni uno solo de nosotros dejará de salvarse hoy. No habrá nadie que no esté a salvo del miedo ni nadie a quien el Padre no acoja en Su regazo, despierto ahora en el Cielo, en el Corazón del Amor. 

Lección 339. Se me concederá todo lo que pida


*Lección 339. Se me concederá todo lo que pida*

1. Nadie desea el dolor. Pero puede creer que el dolor es placer. Nadie quiere eludir su felicidad, mas puede creer que la dicha es algo doloroso, amenazante y peligroso. No hay nadie que no haya de recibir lo que pida. Pero puede estar ciertamente confundido con respecto a lo que quiere y al estado que quiere alcanzar. ¿Qué podría pedir, pues, que al recibirlo aún lo siguiese deseando? Ha pedido lo que le asustará y le hará sufrir. Resolvamos hoy pedir lo que realmente deseamos, y sólo eso, de manera que podamos pasar este día libres de temor, y sin confundir el dolor con la alegría o el miedo con el amor. 

2. Padre, Te ofrezco este día. Es un día en el que no haré nada por mi cuenta, sino que tan sólo oiré Tu Voz en todo lo que haga. Y así, Te pediré únicamente lo que Tú me ofreces y aceptaré únicamente los Pensamientos que Tú compartes conmigo. 

Lección 338. Sólo mis propios pensamientos pueden afectarme


*Lección 338. Sólo mis propios pensamientos pueden afectarme*

1. Con este  pensamiento basta  para  dejar que  la  salvación  arribe  a  todo el  mundo. Pues  es  el pensamiento  mediante  el  cual  todo el  mundo por fin se  libera  del  miedo.  Ahora  cada  uno ha aprendido que  nadie  puede  atemorizarlo, y que  nada  puede  amenazar  su seguridad. No tiene enemigos, y está  a  salvo de  todas  las  cosas  externas. Sus  pensamientos  pueden asustarlo,  pero, puesto  que  son sus  propios  pensamientos, él  tiene  el  poder de  cambiarlos  substituyendo  cada pensamiento  de  miedo  por un pensamiento feliz  de  amor.  Se  crucificó a  sí  mismo.  Sin embargo, Dios  planeó  que  Su Hijo bienamado  fuese  redimido. 

2. Padre  mío, sólo  Tu  plan  es  infalible.  Todos  los  demás  fracasarán.  Y  tendré  pensamientos  que  me asustarán  hasta  que  aprenda  que  Tú  ya  me  has  dado  el  único  Pensamiento  que  me  conduce  a  la salvación. Sólo Mis  propios  pensamientos  fracasarán, y no me  llevarán a  ninguna  parte.  Mas  el Pensamiento que  Tú  me  diste  promete  conducirme  a  mi  hogar  porque  en él  reside  la  promesa  que Tú  le  hiciste  a  Tu Hijo. 

Lección 337. Mi impecabilidad me protege de todo daño


*Lección 337. Mi impecabilidad me protege de todo daño*

1. Mi  impecabilidad  garantiza  mi  perfecta  paz, mi  eterna  seguridad y mi  amor  imperecedero;  me mantiene  eternamente  a  salvo  de  cualquier pensamiento  de  pérdida  y me  libera  completamente  del sufrimiento.  Mi  estado sólo puede  ser uno de  felicidad, pues  eso es  lo  único que  se  me  da. ¿Qué debo  hacer para  saber que  todo  esto  me  pertenece?  Debo aceptar la  Expiación  para  mí  mismo, y nada  más. Dios  ha  hecho ya  todo lo que  se  tenía  que  hacer.  Y  lo que  tengo  que  aprender  es  a  no hacer nada  por mi  cuenta, pues  sólo necesito aceptar  mi  Ser, mi  impecabilidad,  la  cual  se  creó  para mí  y ya  es  mía, para  sentir el  Amor de  Dios  protegiéndome  de  todo daño,  para  entender que  mi Padre  ama  a  Su Hijo  y para  saber que  soy el  Hijo que  mi  Padre  ama. 

2.  Tú que  me  creaste  en la  impecabilidad  no puedes  estar equivocado con  respecto a  lo que  Soy. Era yo quien  estaba  equivocado  al  pensar que  había  pecado, pero  ahora  acepto la  Expiación para  mí mismo.  Padre, mi  sueño termina  ahora.  Amén. 

Lección 336. El perdón me enseña que todas las mentes están unidas


*Lección 336. El perdón me enseña que todas las mentes están unidas* 

1. El  perdón es  el  medio  a  través  del  cual  a  la  percepción  le  llega  su fin.  El  conocimiento es restituido  una  vez  que  la  percepción ha  sido transformada  y ha  dado paso enteramente  a  lo que  por siempre  ha  de  estar más  allá  de  su más  elevado  alcance. Pues  las  imágenes  y los  sonidos  tan  sólo pueden  servir, en el  mejor  de  los  casos, para  evocar el  recuerdo  que  yace  tras  todos  ellos. El  perdón elimina  las  distorsiones  y revela  el  altar a  la  verdad  que  se  hallaba  oculto. Sus  blancas  azucenas refulgen en la  mente, y la  instan a  regresar y a  mirar en su interior para  encontrar  lo que  en  vano ha buscado afuera. Pues  ahí, y sólo ahí, se  restaura  la  paz  interior, al  ser la  morada  de  Dios  Mismo. 

2. Que  el  perdón elimine  en la  quietud  mis  sueños  de  separación  y de  pecado.  Y  que  entonces  pueda mirar, Padre,  en mi  interior  y descubrir que  Tu promesa  de  que  en  mí  no hay  pecado es  verdad;  que Tu Palabra  permanece  inalterada  en mi  mente  y que  Tu  Amor reside  todavía  en mi  corazón. 

Lección 335. Elijo ver la impecabilidad de mi hermano


*Lección 335. Elijo ver la impecabilidad de mi hermano*

1. Perdonar  es  una  elección. Nunca  veo a  mi  hermano  tal  como es, pues  eso está  mucho  más  allá  de la  percepción. Lo  que  veo en él  es  simplemente  lo que  deseo  ver, pues  eso es  lo que  quiero  que  sea verdad.  A  eso es  a  lo  único que  respondo, por mucho  que  parezca  que  es  a  los  acontecimientos externos. Elijo lo que  deseo contemplar,  y eso, y sólo  eso, es  lo que  veo. La  impecabilidad  de  mi hermano me  muestra  que  quiero contemplar la  mía  propia.  Y  la  veré,  puesto que  he  decidido  ver a mi  hermano  en la  santa  luz  de  su inocencia. 

2. ¿De  qué  otro modo podría  restituírseme  Tu  recuerdo, sino viendo  la  inocencia  de  mi  hermano?  Su santidad me  recuerda  que  él  fue  creado  uno conmigo y semejante  a  mí. En él  encuentro mi  Ser, y en Tu Hijo  encuentro  asimismo  el  recuerdo de  Ti. 

Lección 334. Hoy reclamo los regalos que el perdón otorga


*Lección 334. Hoy reclamo los regalos que el perdón otorga*

1. No esperaré ni un solo día más para encontrar los tesoros que mi Padre me ofrece. Todas las ilusiones son vanas, y los sueños desaparecen incluso a medida que se van tejiendo con pensamientos basados en percepciones falsas. No dejes que hoy vuelva a aceptar regalos tan míseros. La Voz de Dios les ofrece Su paz a todos los que escuchan y eligen seguirlo. Esto es lo que elijo hoy. Y así, voy en busca de los tesoros que Dios me ha dado.

2. Busco sólo lo eterno. Pues Tu Hijo no podría sentirse satisfecho con menos de eso. ¿Qué otra cosa, entonces, podría brindarle solaz, sino lo que Tú le ofreces a su desconcertada mente y a su atemorizado corazón, a fin de proporcionarle certeza y traerle paz? Hoy quiero contemplar a mi hermano sin mancha alguna de pecado en él. Eso es lo que Tu Voluntad dispone que yo haga, pues así es como podré contemplar mi propia impecabilidad. 

Lección 333. El perdón pone fin al sueño de conflicto


*Lección 333. El perdón pone fin al sueño de conflicto*

1. El conflicto debe ser resuelto. Si se quiere escapar de él, no debe evadirse, ignorarse, negarse, encubrirse, verse en otra parte, llamarse por otro nombre u ocultarse mediante cualquier clase de engaños. Tiene que verse exactamente como es, allí donde se cree que está, y tiene que verse también la realidad que se le ha otorgado y el propósito que le ha asignado la mente. Pues sólo entonces se desmantelan sus defensas y la verdad puede arrojar su luz sobre él según desaparece. 

2. Padre, el perdón es la luz que Tú elegiste para que desvaneciese todo conflicto y toda duda, y para que alumbrase el camino que nos lleva de regreso a Ti. Ninguna otra luz puede dar fin a nuestro sueño malvado. Ninguna otra luz puede salvar al mundo. Pues dicha luz es lo único que jamás ha de fallar, ya que es el regalo que le has hecho a Tu Hijo bienamado. 

Lección 332. El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera


*Lección 332. El miedo aprisiona al mundo. El perdón lo libera*

1. El  ego forja  ilusiones. La  verdad desvanece  sus  sueños  malvados  con el  brillo  de  su fulgor.  La verdad  nunca  ataca.  Sencillamente  es.  Y  por medio  de  su presencia  se  retira  a  la  mente  de  las fantasías, y así  ésta  despierta  a  lo real. El  perdón invita  a  esta  presencia  a  que  entre,  y a  que  ocupe  el lugar  que  le  corresponde  en la  mente. Sin el  perdón, la  mente  se  encuentra  encadenada,  creyendo en su propia  futilidad. Mas  con el  perdón, la  luz  brilla  a  través  del  sueño de  tinieblas, ofreciéndole esperanzas  y proporcionándole  los  medios  para  que  tome  conciencia  de  la  libertad  que  es  su herencia. 

2. Hoy no queremos  volver a  aprisionar al  mundo. El  miedo  lo mantiene  aprisionado.  Mas  Tu  Amor nos  ha  proporcionado los  medios  para  liberarlo.  Padre, queremos  liberarlo  ahora. Pues  cuando ofrecemos  libertad  se  nos  concede  a  nosotros.  Y  no queremos  seguir presos  cuando  Tú  nos  ofreces la  libertad. 

Lección 331. El conflicto no existe, pues mi voluntad es la Tuya


*Lección 331. El conflicto no existe, pues mi voluntad es la Tuya*

1. Padre, ¡qué absurdo creer que Tu Hijo podía causarse sufrimiento a sí mismo! ¿Cómo iba él a poder planear su condenación sin que se le hubiera provisto de un camino seguro que lo condujese a su liberación? Me amas, Padre, y nunca habrías podido dejarme en la desolación, para morir en un mundo de dolor y crueldad. ¿Cómo pude jamás pensar que el Amor se había abandonado a Sí Mismo? No hay otra voluntad que la Voluntad del Amor. El miedo es un sueño, y no tiene una voluntad que pueda estar en conflicto con la Tuya. Estar en conflicto es estar dormido; la paz, estar despierto. La muerte es una ilusión, y la vida, la verdad eterna. Nada se opone a Tu Voluntad. El conflicto no existe, pues mi voluntad es la Tuya. 

2. El perdón nos muestra que la Voluntad de Dios es una sola y que la compartimos. Contemplemos los santos panoramas que hoy nos muestra el perdón, de modo que podamos encontrar la paz de Dios. Amén. 

miércoles, 20 de noviembre de 2019

Lección 330. Hoy no volveré a hacerme daño


*Lección 330. Hoy no volveré a hacerme daño*

1. Aceptemos hoy que el perdón es nuestra única función. ¿Por qué atacar nuestras mentes y ofrecerles imágenes de dolor? ¿Por qué enseñarles que son impotentes, cuando Dios les ofrece Su poder y Su Amor y las invita a servirse de lo que ya es Suyo? La mente que ha llegado a estar dispuesta a aceptar los regalos de Dios ha sido reinstaurada al espíritu, y extiende su libertad y su dicha tal como dispone la Voluntad de Dios unida a la suya propia. El Ser que Dios creó no puede pecar, por lo tanto, no puede sufrir. Elijamos hoy que Él sea nuestra Identidad, para poder así escapar para siempre de todas las cosas que el sueño de miedo parece ofrecernos. 

2. Padre, es imposible hacerle daño a Tu Hijo. Y Si creemos sufrir, es sólo porque no reconocemos la única Identidad que compartimos Contigo. Hoy queremos retornar a Ella, a fin de librarnos para siempre de todos nuestros errores y salvarnos de lo que creíamos ser.

Lección 329. He elegido ya lo que Tu Voluntad dispone


*Lección 329. He elegido ya lo que Tu Voluntad dispone*

1. Padre,  pensé  que  me  había  apartado de  Tu  Voluntad, que  la  había  desafiado,  que  había  violado sus  leyes  y que  había  interpuesto otra  voluntad  más  poderosa  que  la  Tuya. En  realidad,  no obstante, no soy otra  cosa  que  una  extensión de  Tu  Voluntad  que  se  extiende  continuamente.  Eso es  lo que soy, y ello jamás  ha  de  cambiar.  Así  como  Tú  eres  Uno, yo soy uno Contigo.  Eso fue  lo  que  elegí  en mi  creación, en  la  que  mi  voluntad  se  hizo eternamente  una  con la  Tuya.  Esa  decisión  se  tomó  para siempre. No puede  cambiar  ni  oponerse  a  sí  misma. Padre,  mí  voluntad es  la  Tuya.  Estoy a  salvo, tranquilo  y sereno,  y gozo de  una  dicha  interminable  porque  así  lo  dispone  Tu  Voluntad. 

2. Hoy aceptaremos  la  unión que  existe  entre  nosotros, y entre  nosotros  y nuestra  Fuente.  No tenemos  otra  voluntad  que  la  Suya  y todos  somos  uno porque  todos  compartimos  Su  Voluntad.  A través  de  Ella  reconocemos  que  somos  uno solo.  A  través  de  Ella  encontramos  por fin el  camino  que nos  conduce  a  Dios. 

Lección 328. Elijo estar en segundo lugar para obtener el primero


*Lección 328. Elijo estar en segundo lugar para obtener el primero*

1. Lo que parece ser el segundo lugar es en realidad el primero, pues percibimos todo al revés hasta que decidimos escuchar la Voz que habla por Dios. Nos parece que sólo podemos alcanzar autonomía si nos esforzamos por estar separados, y que la manera de salvarnos es aislándonos del resto de la creación de Dios. No obstante, lo único que podemos derivar de ello es enfermedades, sufrimientos, pérdidas y muerte. Esto no es lo que nuestro Padre dispone para nosotros, y no existe otra voluntad que la Suya. Unirnos a Su Voluntad es encontrar la nuestra. Y, puesto que nuestra voluntad es la Suya, es a Él a Quien debemos acudir para reconocer nuestra voluntad. 

2. No hay otra voluntad que la Tuya. Y me alegro de que nada que pueda imaginarme contradiga lo que Tú quieres que yo sea. Tu Voluntad es que yo me encuentre completamente a salvo y eternamente en paz. Y comparto gustosamente Contigo, Padre mío, esa Voluntad que Tú me otorgaste como parte de mí. 

Lección 327. No necesito más que llamar y Tú me contestarás


*Lección 327. No necesito más que llamar y Tú me contestarás*

1. No se me pide que acepte la salvación sobre la base de una fe ciega. Pues Dios ha prometido que oirá mi llamada y que Él Mismo me contestará. Déjame aprender mediante mi experiencia que esto es verdad, y es indudable que llegaré a tener fe en Él. Ésa es la fe que no se quebranta y que me llevará cada vez más lejos por la senda que conduce hasta Él. Pues así estaré seguro de que Él no me ha abandonado, de que aún me ama y de que sólo espera a que yo lo llame para proporcionarme toda la ayuda que necesite para poder llegar a Él.

2. Padre, te doy las gracias porque sólo con que ponga a prueba Tus promesas jamás tendré la experiencia de que no se cumplen. Permítaseme, por lo tanto, ponerlas a prueba en vez de juzgarlas. Tú eres Tu Palabra. Tú provees los medios a través de los cuales arriba la convicción, haciendo así que por fin estemos seguros de Tu eterno Amor. 

Lección 326. He de ser por siempre un Efecto de Dios


*Lección 326. He de ser por siempre un Efecto de Dios*

1. Padre,  fui  creado  en  Tu  Mente, como  un Pensamiento  santo que  nunca  abandonó su hogar.  He  de ser por siempre  Tu  Efecto, y  Tú por siempre  y para  siempre, mi  Causa. Sigo siendo tal  como  Tú me creaste.  Todavía  me  encuentro allí  donde  me  pusiste.  Y  todos  Tus  atributos  se  encuentran en mí, pues  Tu  Voluntad  fue  tener  un Hijo tan  semejante  a  su Causa,  que  Causa  y Efecto fuesen indistinguibles. Que  tome  conciencia  de  que  soy un Efecto  Tuyo  y de  que, por consiguiente,  poseo el  mismo  poder de  crear  que  Tú.  Y  así  como  es  en el  Cielo, sea  en  la  tierra. Sigo  Tu plan  aquí,  y sé que  al  final  congregarás  a  todos  Tus  Efectos  en  el  plácido Remanso de  Tu  Amor, donde  la  tierra desaparecerá  y todos  los  pensamientos  separados  se  unirán llenos  de  gloria  como  el  Hijo  de  Dios. 

2.  Veamos  hoy la  tierra  desaparecer,  al  principio  transformada,  y después, una  vez  que  haya  sido perdonada, veámosla  desvanecerse  completamente  en la  santa  Voluntad de  Dios. 

Lección 325. Todas las cosas que creo ver son reflejos de ideas


*Lección 325. Todas las cosas que creo ver son reflejos de ideas*

1. Ésta es la clave de la salvación: lo que veo es el reflejo de un proceso mental que comienza con una idea de lo que quiero. A partir de ahí, la mente forja una imagen de eso que desea, lo juzga valioso y, por lo tanto, procura encontrarlo. Estas imágenes se proyectan luego al exterior, donde se contemplan, se consideran reales y se defienden como algo propio de uno. De deseos dementes nace un mundo demente, y de juicios, un mundo condenado. De pensamientos de perdón, en cambio, surge un mundo apacible y misericordioso para con el santo Hijo de Dios, cuyo propósito es ofrecerle un dulce hogar en el que descansar por un tiempo antes de proseguir su jornada, y donde él puede ayudar a sus hermanos a seguir adelante con él y a encontrar el camino que conduce al Cielo y a Dios. 

2. Padre nuestro, Tus ideas reflejan la verdad, mientras que las mías separadas de las Tuyas, tan sólo dan lugar a sueños. Déjame contemplar lo que sólo las Tuyas reflejan, pues son ellas las únicas que establecen la verdad. 

Lección 324. No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor


*Lección 324. No quiero ser guía. Quiero ser simplemente un seguidor*

1. Padre, Tú eres Quien me dio el plan para mi salvación. Eres asimismo Quien determinó el camino que debo recorrer, el papel que debo desempeñar, así como cada paso en el sendero señalado. No puedo perderme. Tan sólo puedo elegir desviarme por un tiempo, y luego volver. Tu amorosa Voz siempre me exhortará a regresar, y me llevará por el buen camino. Mis hermanos pueden seguir el camino por el que les dirijo. Mas yo simplemente recorreré el camino que conduce a Ti, tal como Tú me indiques y quieras que yo haga. 

2. Sigamos, por lo tanto, a Uno que conoce el camino. No tenemos por qué rezagarnos, ni podemos soltarnos de Su amorosa Mano por más de un instante. Caminamos juntos, pues le seguimos. Y es Él Quien hace que el final sea seguro y Quien garantiza que llegaremos a salvo a nuestro hogar. 

martes, 19 de noviembre de 2019

Lección 323. Gustosamente "sacrifico" el miedo


*Lección 323. Gustosamente "sacrifico" el miedo*

 1. He  aquí  el  único  "sacrificio" que  le  pides  a  Tu  Hijo bienamado:  que  abandone  todo sufrimiento, toda  sensación de  pérdida  y de  tristeza, toda  ansiedad y toda  duda, y que  deje  que  Tu  Amor entre  a raudales  a  su conciencia,  sanándolo del  dolor y otorgándole  Tu  Propia  dicha  eterna.  Tal  es  el "sacrificio"  que  me  pides  y que  yo me  impongo gustosamente:  el  único  "costo" que  supone reinstaurar en  mí  Tu recuerdo  para  la  salvación del  mundo. 

2.  Y  al  saldar la  deuda  que  tenemos  con la  verdad  -una  deuda  que  consiste  sencillamente  en abandonar los  auto-engaños  y las  imágenes  que  venerábamos  falsamente-, la  verdad regresa  íntegra y llena de júbilo a nosotros. Ya no nos engañamos. El amor ha regresado a nuestra conciencia. Y ahora estamos en paz otra vez, pues el miedo ha desaparecido y lo único que queda es el amor. 

lunes, 18 de noviembre de 2019

Lección 322. Tan sólo puedo renunciar a lo que nunca fue real


*Lección 322. Tan sólo puedo renunciar  a lo que nunca fue real*

1. Lo  único que  sacrifico  son las  ilusiones, nada  más.  Y  a  medida  que  éstas  desaparecen, descubro los  regalos  que  trataban de  ocultar, los  cuales  me  aguardan en jubilosa  espera,  listos  para entregarme  los  ancestrales  mensajes  que  me  traen  de  Dios. En cada  regalo Suyo que  acepto  yace  Su recuerdo.  Y  cada  sueño sirve  únicamente  para  ocultar el  Ser que  es  el  único Hijo  de  Dios, el  Ser que fue  creado a  Su Semejanza,  el  Santo Ser que  aún mora  en Él  para  siempre, tal  como  Él  aún  mora  en mí. 

2. Padre,  para  Ti  cualquier  sacrificio sigue  siendo  algo por siempre  inconcebible.  Por lo tanto,  sólo en  sueños  puedo hacer sacrificios.  Tal  como  Tú me  creaste,  no puedo renunciar a  nada  que  Tú me hayas  dado.  Lo que  Tú no has  dado  es  irreal.  ¿Qué  pérdida  podría  esperar  sino la  pérdida  del  miedo y el  regreso del  amor a  mi  mente? 

domingo, 17 de noviembre de 2019

Lección 321. Padre, mi libertad reside únicamente en Ti


*Lección 321. Padre, mi libertad reside únicamente en Ti*

1. No entendía  lo  que  me  podía  hacer  libre,  ni  lo que  era  mi  libertad o adónde  ir a  buscarla.  Y  así, Padre,  busqué  en  vano hasta  que  oí  Tu  Voz  dirigiéndome.  Ahora  ya  no deseo  seguir  siendo mi propio  guía. Pues  la  manera  de  encontrar  mi  libertad no es  algo  que  yo haya  ideado o que comprenda. Pero confío  en  Ti.  Y  me  mantendré  consciente  de  Ti  que  me  dotaste  con  mi  libertad  por ser  Tu  santo Hijo.  Tu  Voz  me  dirige, y veo que  el  camino que  conduce  hasta  Ti  por fin está  libre  y despejado. Padre, mi  libertad reside  únicamente  en  Ti. Padre,  mi  voluntad es  regresar. 

2. Hoy respondemos  por el  mundo, el  cual  será  liberado  junto con  nosotros. ¡Qué  alegría  encontrar nuestra  libertad por el  inequívoco camino que  nuestro  Padre  ha  señalado!  ¡Y  cuán  segura  es  la salvación de  todo el  mundo cuando nos  damos  cuenta  de  que  sólo en Dios  podemos  encontrar nuestra  libertad!