viernes, 21 de diciembre de 2018

T1. VI. La ilusión de las necesidades


*T1. VI. La ilusión de las necesidades*

1.  Tú que  quieres  la  paz  sólo la  puedes  encontrar perdonando  completamente. Nadie  aprende  a menos  que  quiera  aprender y crea  que  de  alguna  manera  lo necesita. Si  bien  en la  creación de  Dios no hay  carencia, en lo  que  tú has  fabricado es  muy  evidente.  De  hecho, ésa  es  la  diferencia fundamental  entre  lo uno y lo  otro. La  idea  de  carencia  implica  que  crees  que  estarías  mejor  en un estado  que  de  alguna  manera  fuese  diferente  de  aquel  en el  que  ahora  te  encuentras.  Antes  de  la "separación", que  es  lo  que  significa  la  "caída",  no se  carecía  de  nada. No había  necesidades  de ninguna  clase.  Las  necesidades  surgen debido únicamente  a  que  tú te  privas  a  ti  mismo.  Actúas  de acuerdo con el  orden particular  de  necesidades  que  tú  mismo estableces.  Esto, a  su vez, depende  de la  percepción que  tienes  de  lo que  eres.

2. La  única  carencia  que  realmente  necesitas  corregir es  tu  sensación de  estar  separado de  Dios. Esa sensación  de  separación  jamás  habría  surgido si  no hubieses  distorsionado tu percepción  de  la verdad,  percibiéndote  así  a  ti  mismo  como alguien necesitado.  La  idea  de  un orden  de  necesidades surgió porque, al  haber cometido  ese  error fundamental, ya  te  habías  fragmentado  en niveles  que comportan diferentes  necesidades.  A  medida  que  te  vas  integrando  te  vuelves  uno, y tus necesidades, por ende,  se  vuelven una.  Cuando las  necesidades  se  unifican suscitan  una  acción unificada  porque  ello  elimina  todo conflicto.

3. La  idea  de  un orden de  necesidades, que  proviene  del  error original  de  que  uno puede  estar separado  de  Dios, requiere  corrección en su propio nivel  antes  de  que  pueda  corregirse  el  error de percibir niveles. No te  puedes  comportar  con eficacia  mientras  operes  en  diferentes  niveles.  Sin embargo,  mientras  lo hagas,  la  corrección debe  proceder  verticalmente,  desde  abajo  hacia  arriba. Esto  es  así  porque  crees  que  vives  en el  espacio,  donde  conceptos  como "arriba"  y "abajo"  tienen sentido.  En última  instancia, ni  el  espacio  ni  el  tiempo tienen ningún  sentido.  Ambos  son meramente creencias.

4. El  verdadero  propósito de  este  mundo es  usarlo para  corregir  tu incredulidad.  Nunca  podrás controlar por ti  mismo  los  efectos  del  miedo porque  el  miedo  es  tu propia  invención,  y no puedes sino creer en lo  que  has  inventado.  En actitud,  pues, aunque  no en contenido,  eres  como tu  Creador, Quien  tiene  perfecta  fe  en  Sus  creaciones  porque  Él  las  creó.  Creer en  algo produce  la  aceptación de su existencia.  Por eso puedes  creer lo  que  nadie  más  piensa  que  es  verdad. Para  ti  es  verdad porque tú  lo fabricaste.

5.  Todos  los  aspectos  del  miedo  son falsos  porque  no existen en el  nivel  creativo y,  por lo tanto,  no existen en absoluto.  En la  medida  en que  estés  dispuesto a  someter tus  creencias  a  esta  prueba,  en esa  misma  medida  quedarán corregidas  tus  percepciones. En  el  proceso de  separar lo falso  de  lo verdadero, el  milagro  procede  de  acuerdo  con lo siguiente:  El  amor  perfecto expulsa  el  miedo. Si hay  miedo, es  que  no hay amor perfecto.  Más:  Sólo  el  amor  perfecto  existe.  Si  hay miedo,  éste produce  un estado que  no existe. Cree  esto y serás  libre.  Sólo Dios  puede  establecer  esta  solución  y esta  fe  es  Su don.

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