sábado, 29 de diciembre de 2018

T2. VIII. El significado del juicio Final


*T2. VIII. El significado del juicio Final*

1. Una  de  las  maneras  en  que  puedes  corregir  la  confusión  entre  la  magia  y los  milagros  es recordando que  tú  no te  creaste  a  ti  mismo.  Tiendes  a  olvidarte  de  esto cuando  te  vuelves egocéntrico,  lo cual  te  coloca  en una  posición  en la  que  es  prácticamente  inevitable  creer  en la magia.  Tu voluntad de  crear te  fue  dada  por tu Creador,  Quien  estaba  expresando esa  misma Voluntad en  Su creación.  Puesto  que  la  capacidad de  crear reside  en la  mente,  todo lo que  creas  es necesariamente  una  cuestión  de  voluntad.  De  ello  se  desprende  también  que  lo que  haces  por tu cuenta  es  real  para  ti, mas  no lo es  en la  Mente  de  Dios. Esta  distinción  básica  conduce  directamente al  verdadero  significado  del  Juicio  Final.

2. El  Juicio  Final  es  una  de  las  ideas  más  atemorizantes  de  tu sistema  de  pensamiento.  Eso se  debe  a que  no entiendes  lo que  es. Juzgar no es  un atributo de  Dios. El  Juicio  Final  se  originó  a  raíz  de  la separación como  uno de  los  muchos  recursos  de  aprendizaje  que  se  incluyeron  en el  plan general. Del  mismo modo  en que  la  separación  abarcó un período  de  millones  de  años, así  el  Juicio Final  se extenderá  por un período igualmente  largo,  o tal  vez  aún más  largo.  Su duración, no obstante, puede acortarse  enormemente  mediante  los  milagros, el  recurso que  acorta  el  tiempo,  pero que  no lo  abole. Si  un número  suficiente  de  nosotros  llega  a  alcanzar una  mentalidad  verdaderamente  milagrosa, este proceso de  acortar  el  tiempo  puede  llegar a  ser virtualmente  inconmensurable.  Es  esencial,  no obstante, que  te  liberes  a  ti  mismo del  miedo  cuanto  antes, pues  tienes  que  escapar  del  conflicto  si es  que  has  de  llevar  paz  a  otras  mentes.

3. Por lo general, se  considera  al  Juicio Final  como  un proceso que  Dios  emprendió.  Pero en realidad  son mis  hermanos  quienes  lo emprenderán con  mi  ayuda.  El  Juicio Final  es  la  última curación, en  vez  de  un reparto de  castigos, por mucho  que  pienses  que  los  castigos  son merecidos. El  castigo  es  un concepto  completamente  opuesto a  la  mentalidad  recta,  y el  objetivo  del  Juicio Final  es  restituirte  tu mentalidad recta. Se  podría  decir  que  el  Juicio Final  es  un proceso de  correcta evaluación.  Significa  simplemente  que  todos  llegarán  por fin a  entender  qué  es  lo que  tiene  valor y qué  es  lo  que  no lo tiene.  Después  de  que  esto  ocurra, la  capacidad para  elegir podrá  ser dirigida racionalmente.  Pero hasta  que  no se  haga  esa  distinción, las  oscilaciones  entre  la  voluntad libre  y la aprisionada  no podrán  sino continuar.

4. El  primer  paso hacia  la  libertad  comprende  separar lo  falso de  lo  verdadero. Éste  es  un proceso de separación en  el  sentido  constructivo  de  la  palabra,  y refleja  el  verdadero  significado  del Apocalipsis.  Al  final  cada  cual  contemplará  sus  propias  creaciones  y elegirá  conservar sólo lo bueno,  tal  como Dios  Mismo  contempló lo  que  había  creado y vio  que  era  bueno.  A  partir  de  ahí,  la mente  podrá  comenzar a  contemplar sus  propias  creaciones  con amor  por razón del  mérito que tienen.  Al  mismo tiempo,  la  mente  repudiará  inevitablemente  sus  creaciones  falsas  que, en ausencia de  la  creencia  que  las  originó,  dejarán  de  existir.

5. El  término "Juicio  Final" asusta  no sólo  porque  ha  sido proyectado sobre  Dios, sino también por la  asociación de  la  palabra  "final" con la  muerte. Éste  es  un ejemplo sobresaliente  de  la  percepción invertida.  Si  se  examina  objetivamente  el  significado  del  Juicio  Final, queda  muy claro que  en realidad  es  el  umbral  de  la  vida.  Nadie  que  viva  atemorizado  puede  estar  realmente  vivo. No te puedes  someter a  ti  mismo  a  tu propio  juicio final  porque  tú  no te  creaste  a  ti  mismo.  Puedes,  no obstante, aplicarlo  significativamente, y en cualquier  momento, a  todo  lo que  has  fabricado, y retener en  la  memoria  sólo  lo creativo y lo  bueno. Eso es  lo que  tu mentalidad  recta  no puede  sino dictar.  El  único propósito del  tiempo es  "darte  tiempo" para  alcanzar ese  juicio,  el  cual  no es  otra cosa  que  el  juicio  perfecto  con respecto  a  tus  propias  creaciones  perfectas. Cuando  todo lo que retengas  en la  memoria  sea  digno de  amor,  no habrá  ninguna  razón para  que  sigas  teniendo miedo. Ése  es  tu  papel  en la  Expiación.

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