sábado, 22 de diciembre de 2018

T2. I. Los orígenes de la separación


*T2. I. Los orígenes de la separación*

1. La  capacidad de  extenderse  es  un aspecto fundamental  de  Dios, que  Él  le  dio a  Su hijo.  En la creación,  Dios  Se  extendió a  Sí  Mismo  a  Sus  creaciones  y les  infundió  la  misma  amorosa  Voluntad de  crear que  Él  posee. No sólo fuiste  plenamente  creado, sino que  fuiste  creado  perfecto. No existe vacuidad en  ti. Debido  a  la  semejanza  que  guardas  con  tu Creador,  eres  creativo. Ningún Hijo  de Dios  puede  perder  esa  facultad,  ya  que  es  inherente  a  lo que  él  es, pero puede  usarla  de  forma inadecuada  al  proyectar.  El  uso inadecuado  de  la  extensión -la  proyección-, tiene  lugar  cuando crees que  existe  en  ti  alguna  carencia  o vacuidad,  y que  puedes  suplirla  con tus  propias  ideas, en lugar  de con  la  verdad.  Este  proceso comprende  los  siguientes  pasos:  Primero:  Crees  que  tu mente  puede cambiar  lo que  Dios  creó. Segundo:  Crees  que  lo  que  es  perfecto  puede  volverse  imperfecto  o deficiente.  Tercero:  Crees  que  puedes  distorsionar las  creaciones  de  Dios, incluido  tú. Cuarto:  Crees que  puedes  ser tu propio creador y que  estás  a  cargo  de  la  dirección de  tu  propia  creación.

2. Estas  distorsiones, relacionadas  entre  sí, son un fiel  reflejo  de  lo  que  realmente  ocurrió en  la separación o "desvío  hacia  el  miedo". Nada  de  eso existía  antes  de  la  separación,  ni  existe  realmente ahora.  Todo lo  que  Dios  creó es  semejante  a  Él.  La  extensión, tal  como  Dios  la  emprendió, es similar  al  resplandor  interior  que  los  Hijos  del  Padre  han heredado  de  Él.  Su verdadera  fuente  se encuentra  en su interior. Esto es  tan  cierto con respecto al  Padre  como  al  Hijo. En  este  sentido  la creación  incluye  tanto  la  creación  del  Hijo  por Dios, como  las  creaciones  del  Hijo una  vez  que  su mente  ha  sanado. Esto requiere  el  libre  albedrío  con el  que  Dios  le  dotó,  ya  que  toda  creación amorosa  se  otorga  libremente  en una  línea  continua,  en la  que  todos  los  aspectos  tienen  el  mismo rango.

3. El  Jardín del  Edén -la  condición que  existía  antes  de  la  separación- era  un estado  mental  en  el  que no se  necesitaba  nada. Cuando  Adán dio oídos  a  "las  mentiras  de  la  serpiente",  lo único  que  oyó fueron  falsedades.  Tú no tienes  por qué  continuar  creyendo lo  que  no es  verdad, a  no ser que  así  lo elijas.  Todo ello puede  literalmente  desaparecer  en un abrir  y cerrar de  ojos  porque  no es  más  que una  percepción  falsa. Lo  que  se  ve  en sueños  parece  ser muy real. Lo que  es  más, en la  Biblia  se menciona  que  sobre  Adán se  abatió un sueño profundo, mas  no se  hace  referencia  en ninguna  parte a  que  haya  despertado. El  mundo no ha  experimentado todavía  ningún  despertar  o renacimiento completo.  Un renacer así  es  imposible  mientras  sigas  proyectando o creando  falsamente. No obstante, la  capacidad de  extender  tal  como Dios  te  extendió  Su Espíritu permanece  todavía  dentro de  ti. En  realidad,  ésta  es  tu  única  alternativa,  pues  se  te  dio  el  libre  albedrío para  que  te  deleitaras creando lo perfecto.

4.  Todo  miedo  se  reduce,  en última  instancia,  a  la  básica  percepción  errónea  de  que  tienes  la capacidad  de  usurpar el  poder de  Dios. Por supuesto, no puedes  hacer eso, ni  jamás  pudiste  haberlo hecho.  En esto se  basa  el  que  puedas  escaparte  del  miedo.  Te  liberas  cuando aceptas  la  Expiación,  lo cual  te  permite  darte  cuenta  de  que  en realidad tus  errores  nunca  ocurrieron.  Sólo después  del  sueño profundo que  se  abatió  sobre  Adán pudo éste  experimentar pesadillas. Si  de  repente  se  enciende  una luz  cuando alguien  está  teniendo un sueño aterrador, puede  que  inicialmente  interprete  la  luz  como parte  de  su sueño y tenga  miedo  de  ella. Sin embargo,  cuando despierte, la  percibirá  correctamente como  su liberación del  sueño, al  que  dejará  entonces  de  atribuir  realidad. Esta  liberación  no se  basa en  ilusiones. El  conocimiento  que  ilumina  no sólo  te  libera, sino que  también te  muestra  claramente que  eres  libre.

5. Sean  cuales  sean las  mentiras  que  te  hayas  creído,  para  el  milagro son irrelevantes, pues  puede sanar cualquiera  de  ellas  con la  misma  facilidad.  El  milagro  no hace  distinciones  entre  diferentes percepciones  falsas. Su única  finalidad  es  distinguir  entre  la  verdad  por un lado y el  error por otro. Algunos  milagros  pueden parecer más  difíciles  de  obrar  que  otros, pero no te  olvides  del  primer principio  de  este  curso:  no hay grados  de  dificultad  en los  milagros. En realidad  eres  perfectamente invulnerable  a  toda  expresión de  falta  de  amor.  Estas  expresiones  pueden proceder  de  ti  o de  otros, de  ti  hacia  otros, o de  otros  hacia  ti. La  paz  es  un atributo  que  se  encuentra  en ti.  No puedes  hallarla fuera  de  ti  mismo. La  enfermedad es  una  forma  de  búsqueda  externa.  La  salud es  paz  interior. La paz  te  permite  mantenerte  ecuánime  ante  cualquier  falta  de  amor  procedente  de  afuera, y te capacita, mediante  tu aceptación de  los  milagros, para  corregir  las  condiciones  que  resultan de  la falta  de  amor en  los  demás.

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