domingo, 17 de febrero de 2019

Lección 55. Repaso de las lecciones 21 – 25


*Lección 55. Repaso  de las  lecciones  21 – 25*

*1. Estoy  decidido  a  ver las  cosas  de  otra  manera.*
Lo  que  ahora  veo  no son sino signos  de enfermedad,  desastre  y muerte. Esto  no puede  ser lo que  Dios  creó  para  Su Hijo bien  amado.  El hecho  en sí  de  que  vea  tales  cosas  demuestra  que  no entiendo a  Dios. Por lo tanto, tampoco entiendo a  Su Hijo.  Lo que  veo me  muestra  que  no sé  quién  Soy.  Estoy decidido a  ver  los  testigos  de  la verdad  en mí,  en vez  de  aquellos  que  me  muestran una  ilusión de  mí  mismo. 

*2. Lo  que  veo es  una  forma  de  venganza.*
El  mundo que  veo  no es  en modo alguno  la  representación de  pensamientos  amorosos. Es  un cuadro en el  que  todo se  ve  atacado  por todo. Es  cualquier  cosa menos  un reflejo  del  Amor de  Dios  y del  amor  de  Su Hijo. Son mis  propios  pensamientos  de  ataque los  que  dan lugar a  este  cuadro.  Mis  pensamientos  amorosos  me  librarán de  esta  percepción del mundo  y me  brindarán la  paz  que  Dios  dispuso que  yo tuviese. 

*3. Puedo escaparme  de  este  mundo  renunciando  a  los  pensamientos  de  ataque.*
En  esto, y sólo en esto,  radica  la  salvación. Si  no albergase  pensamientos  de  ataque  no podría  ver un mundo  de  ataque. A medida  que  el  perdón  permita  que  el  amor retorne  a  mi  conciencia, veré  un mundo de  paz, seguridad  y dicha.  Y  esto  es  lo  que  elijo ver,  en lugar  de  lo que  ahora  contemplo. 

*4. No percibo  lo que  más  me  conviene.*
¿Cómo  podría  reconocer lo  que  más  me  conviene  si  no sé quién  Soy?  Lo que  yo creo  que  más  me  convendría  no haría  sino atarme  aún  más  al  mundo  de  las ilusiones. Estoy dispuesto a  seguir al  Guía  que  Dios  me  ha  dado para  descubrir  qué  es  lo que  más me  conviene,  reconociendo que  no puedo percibirlo por mi  cuenta. 

*5. No sé  cuál  es  el  propósito  de  nada.*
Para  mí, el  propósito de  todas  las  cosas  es  probar que  las ilusiones  que  abrigo  con respecto  a  mí  mismo son reales. Para  eso es  para  lo  que  trato  de  usar a  todo el  mundo y todas  las  cosas. Para  eso es  para  lo que  creo que  es  el  mundo. Por lo tanto, no reconozco su verdadero  propósito. El  propósito que  le  he  asignado  ha  dado lugar  a  una  imagen aterradora  del mismo.  Quiero que  mi  mente  se  vuelva  receptiva  al  verdadero propósito del  mundo renunciando al que  le  he  asignado,  y descubrir la  verdad acerca  de  él. 





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si quieres que te resuelva cualquier pregunta no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de e-mail, estaré encantado de ayudarte: edgardomenechcoach@hotmail.com
También puedes buscarme en Facebook como Edgar Doménech Macías.