Lección 48. No hay nada que temer

*Lección 48. No hay nada que temer*

1. La idea de hoy afirma simplemente un hecho. No es un hecho para los que creen en ilusiones, mas las ilusiones no son hechos. En realidad no hay nada que temer. Esto es algo muy fácil de reconocer. Pero a los que quieren que las ilusiones sean verdad les es muy difícil reconocerlo. 

2. Las sesiones de práctica de hoy serán muy cortas, muy simples y muy frecuentes. Repite sencillamente la idea tan a menudo como puedas. Puedes hacerlo con los ojos abiertos en cualquier momento o situación. Recomendamos enérgicamente, no obstante, que siempre que puedas cierres los ojos durante aproximadamente un minuto y repitas la idea lentamente para tus adentros varias veces. Es especialmente importante también que la uses de inmediato si observas que algo perturba tu paz mental. 

3. La presencia del miedo es señal inequívoca de que estás confiando en tu propia fortaleza. La conciencia de que no hay nada que temer indica que en algún lugar de tu mente, aunque no necesariamente en un lugar que puedas reconocer, has recordado a Dios y has dejado que Su fortaleza ocupe el lugar de tu debilidad. En el instante en que estés dispuesto a hacer eso, ciertamente no habrá nada que temer. 

~Lección 48 UCDM:

''No hay nada que temer''.

*Comentario:

Esta es una lección muy fácil y a la vez muy compleja para el antiguo sistema de pensamiento. ''No hay nada que temer'', esta es una gran afirmación que descoloca al ego completamente, pues si no hay nada que temer el ego no existiría, ya que el ego en si es una contradicción para esta lección.

Me gustaría citar una parte del Evangelio de Mateo que tiene mucho que ver con esta lección:

«No anden preocupados por su vida: ¿qué vamos a comer?, ni por su cuerpo: ¿qué ropa nos pondremos? ¿No es más la vida que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Miren cómo las aves del cielo no siembran, ni cosechan, ni guardan en bodegas, y el Padre celestial, Padre de ustedes, las alimenta. ¿No valen ustedes más que las aves? ¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, puede alargar su vida? Y ¿por qué preocuparse por la ropa? ¡Miren cómo crecen las flores del campo! No trabajan ni tejen, pero yo les aseguro que ni Salomón en el esplendor de su gloria se vistió como una de esas flores. Y si Dios viste así la hierba del campo, que hoy florece y mañana se echa al fuego, ¿no hará mucho más por ustedes, hombres de poca fe? ¿Por qué pues, tantas preocupaciones: “¿Qué vamos a comer?, o “¿qué vamos a beber?”, o “con qué nos vestiremos?” Los que no conocen a Dios se preocupan por esas cosas. Pero el Padre de ustedes sabe que necesitan todo eso. Por lo tanto, busquen primero el Reino de Dios y su justicia, y todas esas cosas se les darán por añadidura. Ni se preocupen por el día de mañana, pues el mañana se preocupará de sí mismo. Basta con las penas del día.» ~Mateo 6:28-34.

En este evangelio Mateo bien nos dice que no debemos preocuparnos por nada, que al fin y al cabo si sigues la voz del Espíritu Santo siempre tienes un plato de comida en la mesa, una cama caliente dónde dormir, una familia en la que apoyarse... pero la mente racional no puede entender esto, pues son tonterías, porqué se me ha acostumbrado a proyectar las culpas fuera de mí y eso hace que el mundo de las ilusiones parezca real.

Piensan los animales o en los niños, ellos nacen y no tiene que preocuparse absolutamente por nada pues se les provee toda clase de acontecimientos donde se les cubre sus necesidades básicas...

Pero conforme vamos creciendo y entramos en la edad adulta tenemos cada vez más necesidades apoyadas por cada una de las ilusiones (de necesidad, fracaso, separación, insuficiencia, requisitos, juicios, condenación, condicionalidad, superioridad e ignorancia y todo tipo de miedos ilusorios que solo existen en la mente errada) que nos hemos inventado, y todo ello nos hace temer al mundo.

¿Qué pasaría si aceptaramos la idea de que no hay nada que temer? ¿Se desvanecerían esas ilusiones? Piensa que la mayor parte del tiempo pasas perdido en tus pensamientos, no es que esto sea bueno ni malo, simplemente es que esos pensamientos son en su mayor parte de dudas, juicios y temor. Hay que saber que hacer para poder cambiar lo que no nos gusta centrándonos en el locus de control interno (acciones que dependen de nosotros mismos) y no estar todo el día quejándose de lo que sea y ampliar el locus de control externo (las acciones que no dependen de nosotros mismos).

Se dice en la neurociencia, que la percepción puede modificarse con la comprensión de cualquier circunstancia de nuestra vida, lo que quiere decir, que pase lo que nos pase, podemos hacer dos cosas, estar mal, o tomar acción inspirada para revertir aquello que no nos gusta.

Al fin y al cabo, toda acción en la vida depende de las dos emociones básicas: la emoción de amor (que sería todo lo positivo) o la emoción de miedo (todo lo negativo), ¿sabes cual es el problema de la inmensa mayoría de nosotros? Que no sabemos pasar página, vaciar la mente de lo que ya pasó, porqué lo que ya pasó, solo está en tu mente, lo atraes tú al presente con tus pensamientos, con lo cual, si te hace sufrir, elige pasar página y recordar del pasado solo aquello que te haga sentir bien.

Se que es más fácil decirlo que hacerlo, recordar las conductas negativas queda reforzado en el cerebro, porque lo negativo se aprende más fuerte porqué el cerebro lo asocia como peligroso, así que para que no se te repita, el inconsciente se encarga de recordarte lo mal que lo pasaste.

¿Cómo se trascienden estas cosas? usando esa parte consciente de nosotros mismos, que es un 5% frente al 95% de la inconsciencia.

En resumen, los actos que nos hacen sufrir, si se aprenden, nos pueden salvar la vida en el futuro, así es como lo entiende el cerebro, pero esto es desadaptativo al mundo actual el 90% de las veces, porqué lo único que hacemos es pensar y pensar para nada,

lo pasado pasado está, no se puede cambiar, el futuro puedes imaginartelo, puedes planificar, pero es incierto.

Donde te vas a librar de toda clase de sufrimientos, es estando en el momento presente.

~Comentario: Edgar Doménech Macías. 

~Vídeo lectura profunda: Arantxa Carrera - Matriz del Cambio