martes, 17 de diciembre de 2019

EL CANTO DE ORACIÓN 1. I. La verdadera oración


*EL CANTO DE ORACIÓN 1. I. La verdadera  oración*

1. La  oración  es  un camino  que  el  Espíritu  Santo ofrece  para  alcanzar  a  Dios. No es  sólo una pregunta  o una  súplica. No puede  tener éxito hasta  que  te  des  cuenta  de  que  no pide  nada. ¿De  qué otra  forma  podría  cumplir su propósito?  Es  imposible  orar pidiendo  ídolos  y tener esperanzas  de alcanzar  a  Dios. La  verdadera  oración debe  evitar  la  trampa  de  la  súplica. Pide,  en su lugar, recibir lo  que  ya  se  ha  dado;  aceptar lo  que  ya  está  ahí. 

2. Se  te  ha  dicho  que  le  pidas  al  Espíritu Santo  la  respuesta  a  cualquier problema  específico,  y que recibirás  una  respuesta  específica  si  esa  es  tu necesidad.  También  se  te  ha  dicho que  hay  un solo problema  y una  sola  respuesta. En  la  oración, esto no es  contradictorio.  Aquí  hay decisiones  que tomar, y tienen  que  tomarse  sean o no ilusiones. No se  te  puede  pedir  que  aceptes  respuestas  que  se encuentran  más  allá  del  nivel  de  necesidad  que  puedes  reconocer.  Por lo  tanto,  no es  la  forma  de  la pregunta  lo que  importa,  ni  tampoco la  manera  como  se  formula.  La  forma  de  la  respuesta,  si  es dada  por Dios, se  ajustará  a  tu necesidad tal  como  tú la  ves. Esto  es  simplemente  un eco de  la respuesta  de  Su  Voz.  El  verdadero sonido es  siempre  un canto  de  acción de  gracias  y de  amor. 

3. No puedes, por lo tanto, pedir  el  eco. Es  la  canción  la  que  constituye  el  regalo. Con ella  vienen los  sobreagudos, las  armonías, los  ecos, pero  estos  son secundarios.  En la  verdadera  oración sólo escuchas  el  canto.  Todo  lo demás  es  simplemente  agregado. Has  buscado primero  el  Reino de  los Cielos, y ciertamente, todo  lo demás  se  te  ha  dado  por añadidura. 

4. El  secreto  de  la  verdadera  oración es  olvidar las  cosas  que  crees  necesitar.  Pedir lo específico  es muy  similar  a  reconocer el  pecado y luego perdonarlo.  De  la  misma  manera, también  en la  oración pasas por encima de tus necesidades específicas tal como tú las ves, y las abandonas en Manos de Dios. Allí se convierten en tus regalos para Él, pues Le dicen que no antepondrías otros dioses a Él; ningún Amor que no sea el Suyo. ¿Cuál otra podría ser Su Respuesta sino tu recuerdo de Él? ¿Puede esto cambiarse por un trivial consejo acerca de un problema de un instante de duración? Dios responde únicamente por la eternidad. Pero aun así todas las pequeñas respuestas están contenidas en ésta. 

5. Orar es hacerse a un lado; es abandonarse, es un sereno instante para escuchar y amar. No debe confundirse con súplica alguna, porque es una manera de recordar tu santidad. ¿Por qué debería suplicar la santidad, si tiene pleno derecho a todo lo que el amor puede ofrecer? Y es al Amor adonde vas en la oración. La oración es una ofrenda; es renunciar a ti mismo para ser uno con el Amor. No hay nada que pedir porque no queda nada que desear. Esa nada se convierte en el altar de Dios. Desaparece en Él. 

6. Este no es un nivel de oración que todo el mundo puede alcanzar por ahora. Aquellos que no lo han alcanzado aún necesitan tu ayuda en la oración, porque su pedir no se basa todavía en la aceptación. La ayuda en la oración no significa que otro media entre Dios y tú. Pero sí significa que otro está a tu lado y te ayuda a elevarte hacia Él. Quien se ha dado cuenta de la bondad de Dios, ora sin temor. Y quien ora sin temor no puede sino llegar a Él. Por lo tanto, también Él puede llegar hasta Su Hijo, donde quiera que éste se encuentre y cualquiera que sea la forma que parezca tomar. 

7. Orar a Cristo en cualquiera es verdadera oración, porque constituye un regalo de agradecimiento a Su Padre. Pedir que Cristo no sea sino Él Mismo no es una súplica. Es un canto de acción de gracias por lo que eres. En esto radica el poder de la oración. No pide nada y lo recibe todo. Esta oración puede ser compartida porque recibe por todos. Orar con alguien que sabe que esto es verdad es haber recibido respuesta. Tal vez la forma específica de resolución de un problema específico ocurrirá a uno de los dos; no importa cuál. Tal vez alcance a ambos, si los dos están genuinamente armonizados el uno con el otro. Vendrá porque se han dado cuenta de que Cristo está en los dos. Esa es su única verdad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si quieres que te resuelva cualquier pregunta no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de e-mail, estaré encantado de ayudarte: edgardomenechcoach@hotmail.com
También puedes buscarme en Facebook como Edgar Doménech Macías.