*Lección 130. Es imposible ver dos mundos*
1. La percepción es congruente. Lo que ves refleja lo que piensas. Y lo que piensas no es sino un reflejo de lo que quieres ver. Tus valores determinan esto, pues no puedes sino desear ver aquello que valoras, al creer que lo que ves existe realmente. Nadie puede ver un mundo al que su mente no le haya conferido valor. Y nadie puede dejar de ver lo que cree desear.
2. Sin embargo, ¿quién puede odiar y al mismo tiempo amar? ¿Quién puede anhelar aquello que él no desea que sea real? ¿Quién puede elegir ver un mundo del que tiene miedo? El miedo no puede sino cegar, pues ésta es su arma: que no puedes ver aquello que temes ver. El amor y la percepción, por lo tanto, van de la mano, pero el miedo oculta en las tinieblas lo que se encuentra ahí.
3. ¿Qué puede, entonces, proyectar el miedo sobre el mundo? ¿Qué puede verse en las tinieblas que sea real? La verdad se ve eclipsada por el miedo, y el resto es todo imaginado. Mas ¿qué puede ser real en las ciegas imaginaciones nacidas del pánico? ¿Qué es lo que quieres para que sea esto lo que se te muestra? ¿Qué ibas a querer conservar de un sueño así?
4. El miedo ha dado lugar a todo lo que crees ver: a toda separación, a todas las distinciones y a la multitud de diferencias que crees que configuran el mundo. Ninguna de estas cosas existe. El enemigo del amor las inventó. Mas el amor no puede tener enemigos, de modo que no tienen fundamento, existencia o consecuencia alguna. Se les puede atribuir valor, pero siguen siendo irreales. Se puede ir en pos de ellas, mas no se pueden hallar. Hoy no iremos en su busca ni desperdiciaremos el día buscando lo que no se puede hallar.
5. Es imposible ver dos mundos que no tienen nada en común. Si vas en pos de uno, el otro desaparece. Sólo uno de ellos puede permanecer. Ambos constituyen la gama de alternativas que tienes ante ti, más allá de la cual no hay nada que puedas elegir. Lo real y lo irreal son las únicas alternativas entre las que puedes elegir. No hay ninguna otra.
6. Hoy intentaremos no transigir allí donde es imposible hacerlo. El mundo que ves es la prueba de que ya has elegido algo que es tan completamente abarcador como lo es su opuesto. Lo que deseamos aprender hoy es algo más que la simple lección de que no puedes ver dos mundos. Esta lección enseña también que el mundo que ves es completamente congruente desde el punto de vista desde el que lo contemplas. Es un solo bloque porque procede de una sola emoción, y su origen se ve reflejado en todo lo que ves.
7. En seis ocasiones hoy, llenos de gratitud, dedicaremos gustosamente cinco minutos al pensamiento que pone fin a toda transigencia y a toda duda, y las transcenderemos todas como si de una sola se tratase. No haremos miles de distinciones sin sentido, ni intentaremos conservar una pequeña porción de la irrealidad cuando consagremos nuestras mentes a hallar sólo lo que es real.
8. Comienza tu búsqueda del otro mundo pidiendo que se te conceda una fortaleza superior a la tuya, y reconociendo qué es lo que persigues. No deseas más ilusiones. Y te preparas para esos cinco minutos vaciando tus manos de todos los vanos tesoros de este mundo. Esperas la ayuda de Dios, según dices: Es imposible ver dos mundos. Permítaseme aceptar la fortaleza que Dios me ofrece y no ver valor alguno en este mundo, para así poder hallar mi libertad y mi salvación.
9. Dios estará allí, pues habrás invocado el formidable e infalible Poder que, lleno de gratitud, dará este gigantesco paso contigo. No dejarás de advertir Su agradecimiento expresado en una percepción tangible y verdadera. No dudarás de lo que contemples, pues aunque se trate de una percepción, no se trata de una de la que tus ojos por sí solos hayan visto jamás. Y sabrás que la fortaleza de Dios te respaldó cuando tomaste esta decisión.
10. Rechaza hoy de inmediato cualquier tentación que se presente, recordando simplemente la gama de tus alternativas. Pues lo que ves, y lo único que ves, es lo irreal o lo real, lo falso o lo verdadero. La percepción es congruente con tu elección, y según elijas, experimentarás el Cielo o el infierno.
11. Acepta una pequeña parte del infierno como real, y habrás condenado tus ojos y maldecido tu vista, y lo que contemples será ciertamente el infierno. No obstante, la liberación que te ofrece el Cielo sigue estando a tu alcance como una de las alternativas que puedes elegir para que ocupe el lugar de todo lo que el infierno quiere mostrarte. Lo único que necesitas decirle a cualquier parte del infierno, sea cual sea la forma que adopte, es esto: Es imposible ver dos mundos. Lo único que deseo es mi libertad y mi salvación, y esto no forma parte de lo que quiero.
~Lección 130 UCDM:
''Es imposible ver dos mundos''.
*Comentario:
La lección del día de hoy nos hace vislumbrar lo que ya hemos experimentado muchas veces. Es imposible ver dos mundos, es una afirmación de que cuando estamos en el ego, no somos capaces de ver nada con los ojos del espíritu. Dicho más fácil, cuando estamos en la emoción de miedo y sentimos ira, resentimiento, culpa, vergüenza, o cualquier emoción negativa, nos es imposible sentir la emoción de amor y todos sus derivados como la bondad, la alegría, la dicha, la paz, etcétera, con lo cuál no podremos sentir nada positivo.
La ciencia sabemos que es la experiencia que el ser humano tiene en el mundo de las leyes humanas y de la razón, y aunque la ciencia avanza en sus interpretaciones porqué se pregunta el porqué de todo, está aún lejos de la auténtica verdad; sabiendo esto, voy a ilustrar un ejemplo explicar de forma más entendible el concepto de los dos mundos haciendo una comparativa con el cerebro.
Tenemos dos hemisferios cerebrales, el racional o lógico (que en el sistema educativo se encargan que desarrollemos) y el emocional o creativo (que en el sistema educativo se encargan que ''matemos''). Esta claro que el ejemplo de los dos hemisferios, se basa en la identificación con el cuerpo, y que el cuerpo espiritual puede trascender todas estas creencias, pero la cuestión es que la inmensa mayoría de las personas, hemos aprendido a vivir en la experiencia horizontal (la experiencia con el cuerpo = nacer y morir) y no en la experiencia vertical (saber que son los estados de conciencia del Cielo «tus pensamientos más creativos, positivos o elevados» y el estado de conciencia del infierno «tus pensamientos más reactivos, negativos o egoicos»).
La educación industrial obsoleta se basa en desarrollar las habilidades duras, ser racionales, reactivos y desarrollar las creencias sobre el cuerpo, lo racional, lo lógico... para que nos olvidemos de usar la parte emocional que es la que nos puede devolver a casa y alcanzar la verdad mediante la creatividad, la interpretación de nuestras emociones internas, el desarrollo personal como especie y todas las habilidades blandas más en coherencia con lo que somos.
Como veis todo un mundo de polaridades contrarias que hacen que no sepamos quienes somos realmente y que nos cueste diferenciar quienes somos y qué es el mundo realmente. En resumen os diré, que mientras nos identifiquemos con el ego, jamás escucharemos la voz del Espíritu Santo, y a la inversa. Por eso el Curso te dice siempre, que si no te gusta lo que ves, decidas de nuevo, en ti está elegir uno de los dos mundos, elegir entre un resentimiento o un milagro, entre la amargura o la paz, el mal o el bien, la oscuridad o la luz.
~Comentario: Edgar Doménech Macías.
~Vídeo lectura profunda: Arantxa Carrera - Matriz del Cambio
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