domingo, 1 de septiembre de 2019

T31. IV. La verdadera alternativa


*T31. IV. La verdadera alternativa*

1. Existe  una  marcada  tendencia  a  pensar que  el  mundo puede  ofrecer consuelo  y escape  de  los mismos  problemas  que  tiene  como propósito  perpetuar. ¿A  qué  se  debe  esto?  Se  debe  a  que  éste  es un lugar  en el  que  elegir entre  ilusiones  parece  ser la  única  opción, y a  que  tú crees  tener  control  de los  resultados  de  tu elección. Piensas, por lo tanto, que  en  el  breve  lapso que  se  extiende  desde  tu nacimiento hasta  tu muerte  se  te  ha  concedido un poco de  tiempo  para  tu  uso exclusivo:  un intervalo de  tiempo  en el  que  todo el  mundo está  en conflicto contigo, si  bien  puedes  elegir el  camino  que  te librará  del  conflicto  y te  conducirá  más  allá  de  las  dificultades  que  no son de  tu incumbencia. Pero sí  que  te  incumben. ¿Cómo  ibas  a  poder,  entonces,  escaparte  de  ellas  dejándolas  atrás?  Lo que  tiene que  ir contigo  te  acompañará,  sea  cual  sea  el  camino  que  elijas  recorrer. 

2. La  verdadera  elección  no es  algo ilusorio.  Mas  el  mundo no te  la  puede  ofrecer.  Todos  sus caminos  no hacen  sino conducir  a  la  desilusión, a  la  nada  y a  la  muerte. Sus  alternativas  no constituyen una  verdadera  elección. No intentes  escaparte  de  tus  problemas  aquí, pues  el  mundo fue concebido precisamente  para  que  no se  pudiese  escapar de  ellos. No te  dejes  engañar por los diferentes  nombres  que  se  le  han  dado a  sus  caminos.  Todos  tienen  la  misma  finalidad.  Y  cada  uno de  ellos  es  tan  sólo  un medio  para  alcanzar  esa  finalidad, pues  es  ahí  adonde  todos  ellos  conducen, por muy  diferentes  que  parezcan ser sus  orígenes  y por muy diferentes  que  parezcan  ser sus trayectorias. Su final es inescapable, pues no hay elección posible entre ellos. Todos te conducen a la muerte. Recorrerás algunos de ellos felizmente por algún tiempo, antes de que comience la amargura. Mas por otros, las espinas se dejarán sentir de inmediato. La elección no es cuál ha de ser el final, sino cuándo va a llegar. 

3. No hay elección posible allí donde el final es indudable. Tal vez prefieras probarlos todos, antes de que te des cuenta de que todos son lo mismo. Los caminos que el mundo ofrece parecen ser muchos, pero llegará un momento en que todo el mundo comenzará a darse cuenta de cuán parecidos son los unos a los otros. Hay quienes han muerto al darse cuenta de esto porque no vieron otros caminos que los que ofrecía el mundo. Y al darse cuenta de que no conducían a ninguna parte, perdieron toda esperanza. Sin embargo, ése fue el momento en que pudieron haber aprendido la lección más importante de todas. Todo el mundo tiene que llegar a este punto e ir más allá de él. Ciertamente es verdad que el mundo no te ofrece elección alguna. Mas ésta no es la lección. La lección tiene un propósito, y con esto llegas a entender para qué es.

4. ¿Por qué querrías probar otro camino, otra persona u otro lugar, cuando ya te has dado cuenta de cómo comienza la lección, aunque todavía no percibas para qué es? Su propósito es la respuesta a la búsqueda que tienen que emprender los que todavía creen que se puede encontrar otra respuesta. Aprende ahora, sin dejarte abatir por ello, que no hay ninguna esperanza de encontrar respuesta alguna en el mundo. Mas no juzgues la lección que apenas acaba de comenzar con esto, ni busques ninguna otra señal en el mundo que te haga pensar que tal vez haya otro camino. No sigas tratando de encontrar esperanzas donde no las hay. Acelera tu aprendizaje ahora, y comprende que desperdicias el tiempo si no vas más allá de lo que ya has aprendido hacia lo que aún te queda por aprender. Pues desde este punto -el más bajo- el aprendizaje te llevará a cumbres de felicidad en las que verás el propósito de la lección refulgiendo claramente, y perfectamente al alcance de tu comprensión. 

5. ¿Quién estaría dispuesto a darle la espalda a todos los caminos del mundo, a menos que se diese cuenta de su auténtica futilidad? ¿No es menester acaso que éste sea su punto de partida, en vez de buscar otro camino? Pues mientras vea alternativas donde no las hay, ¿qué poder de decisión podría ejercer? Sólo cuando se aprende dónde tiene realmente utilidad ese poder puede éste ejercerse plenamente. ¿Y qué poder puede tener cualquier decisión si se aplica a situaciones en las que no hay elección posible?

6. Aprender que el mundo sólo ofrece una alternativa, sea cual sea la forma en que ésta se manifieste, es el comienzo de la aceptación de que sí hay otra alternativa que es real. Oponerte a este paso es impedir el logro del propósito para el que viniste aquí, pues no viniste a aprender cómo encontrar un camino que el mundo no ofrece. La búsqueda de diferentes caminos en el mundo no es más que la búsqueda de diferentes formas de verdad. Y esto es lo que hace que la verdad no se pueda alcanzar. 

7. No pienses que puedes encontrar la felicidad siguiendo un camino que te aleja de ella. Eso ni tiene sentido ni puede ser la manera de alcanzarla. Tú que piensas que este curso es demasiado difícil de aprender, déjame repetirte que para alcanzar una meta tienes que proceder en dirección a ella, no en dirección contraria. Y todo camino que vaya en dirección contraria te impedirá avanzar hacia la meta que te has propuesto alcanzar. Si esto fuese difícil de entender, entonces sería imposible aprender este curso. Mas sólo en ese caso. Pues, de lo contrario, este curso es la simple enseñanza de lo obvio.

8. Hay una elección que tienes el poder de hacer una vez que hayas visto las verdaderas alternativas. Hasta que no llegues a este punto no tendrás nada entre qué elegir, y lo único que podrás hacer es decidir cuál es la mejor forma de engañarte a ti mismo otra vez. Este curso sólo intenta enseñarte que el poder de decisión no radica en elegir entre diferentes formas de lo que aún sigue siendo la misma ilusión y el mismo error. Todas las alternativas que el mundo ofrece se basan en esto: que eliges entre tu hermano y tú; que tú ganas en la misma medida en que él pierde; y que lo que tú pierdes es lo que se le da a él. ¡Cuán rotundamente opuesto a la verdad es esto, toda vez que el único propósito de la lección es enseñarte que lo que tu hermano pierde, tú lo pierdes también, y que lo que él gana es lo que se te da a ti! 

9. ¡Él no ha abandonado Sus Pensamientos! Pero tú olvidaste Su Presencia y no recordaste Su Amor. No hay senda en el mundo que te pueda conducir a Él, ni objetivo mundano que pueda ser uno con el Suyo. ¿Qué camino puede haber en todo el mundo -excepto si la jornada no es más que un errante vagar- que te pueda llevar hasta tu interior cuando todos fueron concebidos para separar a la jornada del propósito que debe tener? Todos los caminos que te alejan de lo que eres te conducen a la confusión y a la desesperanza. Sin embargo, Él nunca dejó Sus Pensamientos a merced de la muerte sin que su Fuente estuviese eternamente en ellos. 

10. ¡Él no ha abandonado Sus Pensamientos! Y así como Él no podría separarse de ellos, ellos no pueden excluirlo a Él de sí mismos. Moran unidos a Él, y en su unicidad ambos se conservan intactos. No hay camino que pueda alejarte de Él, ni jornada que pueda llevarte más allá de ti mismo. ¡Qué absurdo y descabellado es pensar que puede haber un camino con semejante objetivo! ¿Adónde podría conducir? ¿Y cómo se te podría obligar a recorrerlo sin que tu propia realidad te acompañase? 

11. Perdónate a ti mismo tu locura, y olvídate de todas las jornadas fútiles y de todas las metas sin objetivo. No significan nada. No puedes dejar de ser lo que eres. Pues Dios es misericordioso, y no permitió que Su Hijo lo abandonara. Siéntete agradecido por lo que Él es, pues en ello reside tu escapatoria de la locura y de la muerte. No puedes estar en ningún lugar, excepto donde Él está. Y no hay camino que no conduzca a Él. 

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