jueves, 13 de junio de 2019

Lección 168. Tu gracia me es dada. La reclamo ahora


*Lección 168. Tu gracia me es dada. La reclamo ahora*

1. Dios nos habla. ¿No deberíamos nosotros acaso hablarle a Él? Dios no es algo distante. No trata de ocultarse de nosotros. Somos nosotros los que tratamos de ocultarnos de Él, y somos víctimas del engaño. Él siempre está enteramente accesible. Él ama a su Hijo. De nada, excepto de esto se puede estar seguro, pero con eso basta. Él amará a su Hijo eternamente. Aun cuando su mente duerme, Él lo ama. Y cuando su mente despierte, Él lo seguirá amando con un Amor que jamás ha de cambiar.

2. Si supieras el significado de Su Amor, tanto la esperanza como la desesperación serían imposibles. Pues toda esperanza quedaría colmada para siempre y cualquier clase de desesperación sería inconcebible. Su gracia es Su respuesta para toda desesperación, pues en ella radica el recuerdo de Su Amor. ¿Cómo no iba Él a proporcionar gustosamente los medios a través de los cuales puede reconocerse Su Voluntad? Su gracia es tuya sólo con que la reconozcas. Y Su memoria despertará en la mente que le pida los medios a través de los cuales su sueño termina.

3. Hoy le pedimos a Dios el regalo que con más celo ha conservado dentro de nuestros corazones, en espera de que se le reconozca. Se trata del regalo mediante el cual Dios se inclina hasta nosotros y nos eleva, dando así Él Mismo el último paso de la salvación. Todos los pasos, excepto éste, los aprendemos siguiendo las instrucciones de Su Voz. Pero al final es Él Mismo Quien viene, y tomándonos en Sus Brazos hace que todas las telarañas de nuestro sueño desaparezcan. Su regalo de gracia es algo más que una simple respuesta, pues restaura todas las memorias que la mente que duerme había olvidado y toda la certeza acerca del significado del Amor.

4. Dios ama a Su Hijo. Pídele ahora que te proporcione los medios a través de los cuales este mundo desaparece, y primero vendrá la visión, y un instante más tarde, el conocimiento. Pues en la gracia ves una luz envolver al mundo con amor, y al miedo borrarse de todos los semblantes conforme los corazones se alzan y reclaman la luz como suya. ¿Qué queda ahora que pueda demorar al Cielo un sólo instante más? ¿Qué queda aún por hacer cuando tu perdón descansa sobre todas las cosas?

5. Hoy es un día nuevo y santo, pues recibimos lo que se nos ha dado. Nuestra fe radica en el Dador, no en nuestra aceptación. Reconocemos nuestros errores, pero Aquel que no sabe de errores es Quien ha de responder a ellos, proporcionándonos los medios con los que podemos dejarlos atrás y elevarnos hasta Él con gratitud y amor.

6. Y Él desciende para recibirnos, según nosotros nos acercamos a Él. Pues lo que Él nos ha preparado, Él lo da y nosotros lo recibimos. Tal es Su Voluntad, pues Él ama a Su Hijo. A Él elevamos nuestras oraciones hoy, devolviéndole tan sólo la palabra que Él nos dio a través de Su Propia Voz, Su Palabra, Su Amor: Tu gracia me es dada. La reclamo ahora. Padre, vengo a Ti. Y Tú vendrás a mí que te lo pido, pues soy el Hijo que Tú amas.


~Lección 168 UCDM:
"Tu gracia es dada. La reclamo ahora"

*Comentario:

La lección de hoy comienza con este axioma:
_"Dios nos habla. ¿No deberíamos nosotros acaso hablarle a Él? Dios no es algo distante" (L168. 1)_

Con esta frase el curso nos quiere hacer ver que no se trata de buscar a un Dios externo, sino de silenciar tu mente para escuchar a tus pensamientos más elevados. 
¿Y qué son nuestros pensamientos más elevados? ¿Cómo sabemos cuales son los pensamientos que vienen de Dios? Para responder a esta pregunta, me viene a la cabeza el fenómenal libro de Neale Donald Walsch, "Conversaciones con Dios 1" con este axioma:
_"Vuestro pensamiento más Elevado, vuestra palabra más Clara, vuestro sentimiento más grandioso, son siempre Míos. Todo lo demás procede de otra fuente"._

Con esta aclaración ya sabemos como seguir a nuestro guía interno y reclamar nuestro estado de gracia. Dicho estado sería nuestra versión más consciente, elevada, conectada, creativa, alegre, divertida, de nosotros mismos. Ese estado donde nada puede afectarte. 

Y es que como dice también el mencionado autor:
"Hablo a todo el mundo. Constantemente. La cuestión no es a quién hablo, sino quién me escucha."

Esta otra frase, nos dice exactamente lo mismo. Estamos tan desconectados de lo que somos verdaderamente, que pedimos a un Dios externo que nos ayude en los momentos de dificultad en vez de entrever que Dios habita dentro de nosotros mismos. 

No podemos cambiar al mundo externo. 

~Comentario: Edgar Doménech Macías 


~Vídeo lectura profunda de la lección: Arantxa Carrera Salas - Matriz del Cambio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si quieres que te resuelva cualquier pregunta no dudes en ponerte en contacto conmigo a través de e-mail, estaré encantado de ayudarte: edgardomenechcoach@hotmail.com
También puedes buscarme en Facebook como Edgar Doménech Macías.