martes, 11 de junio de 2019

Lección 164. Ahora somos uno con Aquel que es nuestra Fuente


*Lección 164. Ahora somos uno con Aquel que es nuestra Fuente*

1. ¿En qué otro momento sino ahora mismo puede reconocerse la verdad? El presente es el único tiempo que hay. Y así, hoy, en este mismo instante, ahora mismo, podemos contemplar lo que se encuentra ahí eternamente, no ante nuestra vista sino ante los ojos de Cristo. Él mira más allá del tiempo y ve la eternidad representada allí. Él oye los sonidos que engendra el insensato y ajetreado mundo, aunque muy levemente. Pues más allá de ellos Él oye el himno del Cielo y la Voz que habla por Dios con más claridad, con más sentido y más de cerca.

2. El mundo desaparece fácilmente ante Su vista. Sus sonidos se vuelven más tenues. Una melodía procedente de mucho más allá del mundo se vuelve cada vez más clara: una Llamada ancestral a la que Cristo da una respuesta ancestral. Tú reconocerás tanto una como otra, pues no son sino tu propia respuesta a la Llamada que te hace tu Padre. Cristo responde por ti, haciéndose eco de tu Ser, usando tu voz para dar Su jubiloso consentimiento y aceptando tu liberación por ti.

3. ¡Cuán santas son tus prácticas hoy, al darte Cristo Su visión, al oír por ti y al contestar en tu nombre la Llamada que Él oye! ¡Cuán serenos son los momentos que pasas con Él, más allá del mundo! ¡Cuán fácilmente te olvidas de todos tus aparentes pecados y dejas de recordar todos tus pesares! En este día se dejan de lado las aflicciones, pues a ti, que hoy aceptas los dones que él te da, te resultan claros los sonidos y las vistas procedentes de aquello que está más cerca de ti que el mundo.

4. Hay un silencio que el mundo no puede perturbar. Hay una paz ancestral que llevas en tu corazón y que no has perdido. Hay en ti una sensación de santidad que el pensamiento de pecado jamás ha mancillado. Hoy recordarás todo esto. La fe con la que practiques hoy te aportará recompensas tan grandes y tan radicalmente diferentes de todas las cosas que antes perseguías, que sabrás que ahí está tu tesoro y tu descanso.

5. Éste es el día en que todas las vanas imaginaciones se descorren como si de una cortina se tratase, para revelar lo que se encuentra tras ellas. Ahora se hace visible lo que realmente está ahí, mientras que todas las sombras que parecían ocultarlo simplemente se sumergen en la nada. Ahora se recupera el equilibrio, y la balanza del juicio se deja en manos de Aquel que juzga correctamente. Y mediante Su juicio, se desplegará ante tus ojos un mundo de perfecta inocencia. Ahora lo contemplarás con los ojos de Cristo. Ahora su transformación te resultará evidente.

6. Hermano, éste es un día sagrado para el mundo. La visión que se te ha concedido, la cual procede de mucho más allá de todas las cosas del mundo, las contempla ahora bajo una nueva luz. Y lo que ves se convierte en la curación y salvación del mundo. Tanto lo valioso como lo insignificante se percibe y se reconoce tal como es. Y lo que es digno de tu amor recibe tu amor, y no queda nada que puedas temer.

7. Hoy no juzgaremos. No recibiremos sino aquello que nos llega procedente de un juicio que se emitió desde más allá del mundo. Nuestras prácticas de hoy se convierten en un regalo de gratitud por nuestra liberación de la ceguera y de la aflicción. Todo cuanto veamos no hará sino aumentar nuestra dicha, pues su santidad refleja la nuestra. Nos alzamos perdonados ante los ojos de Cristo, tal como el mundo se alza perdonado ante los nuestros. Bendecimos al mundo al contemplarlo en la luz en la que nuestro Salvador nos contempla a nosotros, y le ofrecemos la libertad que se nos ha dado a través de Su visión redentora, no a través de la nuestra.

8. Descorre la cortina durante tus prácticas renunciando simplemente a todo lo que crees desear. Guarda tus frívolos tesoros, y deja un espacio limpio y despejado en tu mente donde Cristo pueda venir a ofrecerte el tesoro de la salvación. Él necesita tu santísima mente para salvar al mundo.
¿Acaso no es este propósito digno de ser tu objetivo? ¿No es la visión de Cristo algo digno de procurarse en lugar de todos los objetivos mundanos que no producen ninguna satisfacción?

9. No dejes que este día transcurra sin que los regalos que tiene reservados para ti reciban tu aprobación y aceptación. Si los reconoces, podemos cambiar el mundo. Tal vez no puedas ver el valor que tu aceptación de ellos le ofrece al mundo. Pero sin duda quieres esto: poder cambiar todo sufrimiento por dicha hoy mismo. Practica con fervor y ése será tu regalo. ¿Iba Dios a engañarte? ¿Podría dejar Él de cumplir Su promesa? ¿Le negarías lo poco que te pide cuando Sus Manos le ofrecen a Su Hijo la salvación en su totalidad?


~Lección 164 UCDM:
"Ahora somos uno con Aquel que es nuestra Fuente"

*Comentario:

Tener miedo de la Voluntad de Dios es una de las creencias más extrañas que la mente humana jamás haya podido concebir. Esto no habría podido ocurrir a no ser que la mente hubiese estado ya tan profundamente dividida, que le hubiese sido posible tener miedo de lo que ella misma es. La realidad sólo puede ser una "amenaza" para lo ilusorio, ya que lo único que la realidad puede defender es la verdad. El hecho mismo de que percibas la Voluntad de Dios -que es lo que tú eres- como algo temible, demuestra que tienes miedo de lo que eres. Por lo tanto, no es de la Voluntad de Dios de lo que tienes miedo, sino de la tuya. (T9.I.1) 

He empezado el comentario de hoy con este fragmento del Curso, porque me parece muy adecuado usar esta lección para alojar luz en un tema, que ofrece muchas resistencias al menos en el mundo que se muestra ante mis aparentes ojos. 
Tengo varios hermanos que estudian la Biblia, pero lejos de experimentar unidad, lo que percibo es que experimentan mayor separación. Digo esto, porque hay una parte de la Biblia, que habla del juicio final, y lejos de entender este concepto como lo que "La Verdad" que el Curso quiere explicar, lo que veo es que genera miedo hacia lo que debemos hacer en este mundo. 
Lo primero que debemos entender es que Dios no castiga por razón de lo que hacemos en este mundo, sino que su amor es tan puro, que solo ve nuestra inocencia. Nosotros quisimos experimentar la separación, pero lejos de juzgarnos, Dios está tranquilo porque sabe que el ego se deshara en el momento abandonemos el vehículo de experiencia del mundo ilusorio, entonces regresaremos junto a Aquel que es nuestra Fuente. 

Somos humanos, y como todos, estamos determinados por nuestras creencias sociales, familiares, educativas y en este caso religiosas. De pequeño fui a un colegio católico y mis padres me llevaban a la Iglesia católica a enseñarme educación religiosa, pero más allá de enseñarme, lo que hacían estas cosas era alejarme de Dios.

Jesús de Nazaret decía:
''Encuentra el Reino de los Cielos dentro de ti, y todo lo demás se te dará por añadidura''.

Solo si entendieramos esta frase, dejaríamos de pelear por diferentes aspectos de quién es Dios, donde se encuentra y que hay que hacer para alcanzarlo, ya que Dios no es una figura a seguir, sino un estado de conciencia... es muy chocante leer esto, cuando constantemente nos han dicho y repetido miles de veces que Dios es algo externo que adorar, por lo que sentir miedo y culpa si no le hacemos caso, cuando en realidad Dios es tu propia y maravillosa imaginación creativa, tu parte más bondadosa dentro de ti, tu alegría, dicha, el amor incondicional sobre todas las personas.

Nada más alejado de la verdad, la mitad de la población del mundo cree que Dios se “vengará de ellos”, si no son buenos. Los fundamentalistas de muchas religiones implantan el temor en el corazón de sus seguidores: 
no pueden hacer esto, no hagas aquello. Deja de hacerlo o Dios te va a castigar. 
Y no me estoy refiriendo a prohibiciones grandes, como no matarás. Estoy hablando de un Dios que se molesta porque comes carne en viernes (aunque aparentemente, ya ha cambiado de parecer al respecto... Vaya hombre, ahora esto ya no le molesta a Dios jajajaja), o cerdo cualquier día de la semana, o porque te has divorciado. 
Este es un Dios al que la mujer enfadará por no cubrir su rostro con un velo; por no visitar la Meca durante tu vida; por no detener todas tus actividades, desenrollar su alfombra y postrarte cinco veces al día; por no contraer matrimonio en el templo; por no ir a confesión o asistir a la iglesia cada domingo, lo que sea.

Debemos tener cuidado con Dios. El único problema es que es difícil saber las reglas, porque "los peliculones que se ha montado la humanidad" son hay tantos... Y lo más difícil es que las de todas las personas son correctas. O cuando menos eso aseguran. Sin embargo, no todas pueden ser correctas. De modo que, ¿cómo escoger? ¿cómo saber? Es una pregunta inquietante, y bastante importante, si se considera el margen aparentemente pequeño de error que él nos concede.

Pues déjame deciros que Dios no es un gilipollas, el gilipollas es "el tonto de culo del ego" diciendo gilipolleces. Así que deja de creer cosas absurdas, vive feliz tu vida y haz lo que te haga sentir bien. 

~Comentario: Edgar Doménech Macías.


~Vídeo lectura profunda de la lección: Arantxa Carrera Salas - Matriz del Cambio.

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